El PSN no se atará las manos con un pacto presupuestario con UPN en Iruñea. Esta decisión, adelantada ayer por Manuel Val y Jorge Mori, obligará a prorrogar las cuentas de 2011 y a debatir en los plenos, punto por punto, cada partida de gasto.

Los tres ediles del PSN son imprescindibles para que el equipo del alcalde Enrique Maya saque adelante su propuesta, ya que si se suman a los 7 de NaBai, los 3 de Bildu y el de I-E, suman uno más que los 12 de UPN y los 2 del PP. Sus tres votos bastarían para aprobar unos presupuestos alternativos, aunque Mori descartó la posibilidad de «imponer» otras cuentas porque considera que el grupo de UPN no las ejecutaría.

Según explicó Mori, portavoz municipal del PSN, a su partido le quedan dos opciones: o bien vota en contra del proyecto de UPN o se realiza una «enmienda de sustitución». No obstante, de sus palabras se desprendía ayer que votará en contra. El argumento fundamental que esgrimió fue la falta de confianza. El PSN tiene una espina clavada desde que, tras la batería de recortes de setiembre, UPN decidiera abortar varias enmiendas que habían condicionado su voto favorable a los presupuestos de 2011. «Nos sentimos engañados. No son de fiar (...). Si quieren contar con nosotros, deben cumplir lo que firman», subrayó.

Mori detalló que estas enmiendas que UPN no llegó a ejecutar suponían el desembolso de cuatro millones de euros. Según sus cuentas, el margen que les dejaban los presupuestos de 2012 para presentar proyectos era tan sólo de dos millones de euros. «Además, ¿quién nos garantiza que esas nuevas enmiendas se iban a ejecutar?», se preguntó.

UPN vincula al PSN con Bildu

UPN tenía la certeza de que el PSN no iba a apoyar este proyecto de presupuestos, pero trató de forzar el lunes un acuerdo in extremis. El discurso fue el de siempre, afirmar que el PSN busca una alianza con Bildu. El alcalde, Enrique Maya, asegura que los argumentos de Mori son «de poco peso» y aireó su temor a que la posición del PSN podría responder a «una cuestión oculta que desconocemos».

El tono de la reacción de ayer de UPN, nada más conocerse oficialmente la decisión del PSN, fue incluso más elevado. Ahora le acusan abiertamente de «alinearse con Bildu» para «boicotear la acción del Gobierno». Aseguran, además, que el PSN nunca tuvo interés en negociar.

La prórroga de los presupuestos del año anterior sí que aumenta el trabajo burocrático en el sentido en que da más poder y peso al Pleno municipal. De confirmarse el rechazo al proyecto en el pleno de mañana, ésta no es sería la primera vez que la capital navarra se ve en una situación así. Ya le ocurrió a Alfredo Jaime (UPN) entre 1992 y 1995. Una situación así exige de un debate en comisión por cada propuesta, antes de ser llevada a pleno. En el peor de los casos, la tramitación puede durar unos dos o tres meses, lo que implica que los concejales tendrán más trabajo y deberán acelerarse los acuerdos. Por contra, los ediles de la oposición contarán con mucha más capacidad para fiscalizar la acción del Gobierno.

No obstante, la decisión del PSN de no apoyar los presupuestos no significa que se haya roto definitivamente la sintonía con UPN. Proyectos estratégicos para el alcalde cuentan ya con el visto bueno de Mori y los suyos- Pero, al menos, habrá un debate más abierto.