Los trabajadores de Sagemcom temen el cese de la producción de Mugerre
Varias decenas de trabajadores de la empresa Sagemcom se declararon ayer en huelga para manifestar su temor a que la filial de Mugerre y otras del mismo grupo, vayan desmantelándose poco a poco, tras el anuncio de venta de la empresa a otro fondo de inversiones.
Arantxa MANTEROLA | MUGERRE
«Es el tercer cambio de propietario en tan solo cuatro años» declaraba ayer ante las puertas de la empresa Sagemcom de Mugerre el delegado CGT, Jean-Michel Goienetxe. Rodeado por un centenar de sus compañeros, anunciaba el inicio de una huelga secundada también por los sindicatos CFDT, CGC y FO. Temen que «esta nueva compra esconda, en realidad, el desmantelamiento» del centro de producción labortano.
La empresa forma parte de un grupo estatal (Sagem) que en 2008 pasó a manos de Gores Group, un fondo de inversión industrial que lo vendió, a su vez, a otro fondo -Carlyle- el verano pasado. Solo unos meses más tarde, se habla ya de la cesión a otro fondo americano del mismo tipo -American Industriel Acquisition Corporation (AIAC)- que podría concretarse en febrero de 2012.
Sin información
Los trabajadores denuncian no tener la más mínima información veraz ni sobre el precio de la operación ni sobre las consecuencias que ello pueda acarrear a la producción de la empresa mugerretara y, por ende, a sus puestos de trabajo.
En los últimos años, la empresa creada en 1973 ha visto cómo se deslocalizaban ciertas producciones como los descodificadores TDT a la filial tunecina o a China. «Llegamos a tener una plantilla de 800 trabajadores en la buena época y ahora quedamos 264 y unos 60 eventuales» afirmó Goienetxe antes de recordar que dos de los tres talleres de Mugerre están vacíos.
En la actualidad, un tercio de la actividad se centra en la producción de multiplexores (dispositivos de varias entradas para compartir la transmisión de canales). Otro tercio está dedicado a la investigación y desarrollo de productos de telecomunicaciones y el último tercio a productos electrónicos para otras empresas.
Si la venta se confirma, los trabajadores creen que el objetivo de más rentabilidad perseguido por este tipo de firmas financieras vaya a ser la excusa para ir destruyendo empleo, aunque la dirección asegura que no va a tener efecto sobre el mismo. Además, no descartan que el patrimonio inmobiliario «financiado en su día con dinero público» no sea, a su vez, vendido.
Un tercio de de los 300 trabajadores de Technoflex respondieron ayer al llamamiento a la huelga de dos horas efectuado por la CGT para reivindicar mejoras en las condiciones de trabajo y también en los salarios.
Es la primera vez en sus veinticinco años de existencia que la empresa sita en Bidarte recurre a este tipo de protesta. Los trabajadores reclaman un aumento de 50 euros netos mensuales, el sueldo extra del 13º mes, un día suplementario de vacaciones para los empleados con más de 15 años de antigüedad y la supresión de los aumentos salariales individuales.
La dirección, por su parte, argumenta que si acceden a estas peticiones la masa salarial aumentaría en un 18%, «algo que no es soportable para la empresa» por lo que ha realizado una contraoferta de elevar los sueldos en un 2,4% de la masa salarial.
La última reunión de negociación entre las dos partes celebrada el 7 de diciembre terminó sin ningún acuerdo. En principio, hay otra prevista para hoy mismo.
La empresa labortana se dedica a la fabricación de bolsas de plástico para las perfusiones clínicas y de medicamentos inyectables y es líder en el sector a nivel europeo. A.M.
El centro de Sagemcom de Mugerre ha llegado a tener 800 trabajadores y trabajaban a dos turnos. Ahora son unos 300 (entre ellos 60 eventuales). Un tercio de la plantilla es mayor de 50 años.