Los integrantes de los comités de las empresas que componen el Grupo Kider, firma dedicada al equipamiento integral de comercios, protagonizaron el lunes ante las oficinas centrales en Murga (Araba) una protesta para rechazar «la adopción de salidas no voluntarias de trabajadores y denunciando la destrucción de empleo que implica el mal llamado Plan Social» presentado por la dirección.

Dicho plan, explicaron los representantes de los trabajadores, se basa «en la reducción de aproximadamente del 10% de la plantilla total del Grupo a través de bajas incentivadas, de prejubilaciones y un sistema de externalización de determinados servicios, acompañada de una propuesta de reducción salarial de entre un 10 y un 25% de la masa salarial».