Los consejeros regionales de Aquitania no han tardado en reaccionar a la decisión del Ministerio de Transportes que, siguiendo las conclusiones del recién acabado debate «Assises du Ferroviaire», sobre el modelo ferroviario francés, ha manifestado su intención de solicitar a un gabinete independiente que evalúe la pertinencia económica de los proyectos de inversión del Estado, lo que equivaldría de facto a una moratoria.

Conscientes de que esta decisión puede hacer tambalear el proyecto del TAV al sur de Burdeos, los presidentes de los grupos PS-PRG, UMP y Forces Aquitaine, con el presidente del Consejo Regional, Alain Rousset, a la cabeza, han enviado un correo al primer ministro. En el mismo, reiteran al Estado su determinación en favor del proyecto y le piden que respete el calendario establecido, cuyos próximos plazos son la definición del trazado elegido a finales del próximo mes de marzo y la exposición y encuesta pública en 2013.

El grupo Europe Ecologie-Les Verts se ha desmarcado de esta iniciativa y ha resaltado que París esté «reculando en sus proyectos faraónicos» por causa de la crisis financiera, y no por convencimiento. «Han obligado a que las instituciones regionales y locales cofinancien este proyecto centralizador que no mira más que a París, pero se están dando cuenta de que, ni aún así, serán viables», manifestó Monique de Marco, presidenta del grupo EE-LV en el Consejo Regional de Aquitania.

Por su parte, las asociaciones contrarias al TAV han mostrado un optimismo moderado tras las recomendaciones del debate. Así, el portavoz del CADE, Victor Pachon, considera que, aunque las conclusiones «constituyen una excelente noticia», no está confirmado que se vaya a realizar el estudio solicitado por la ministra Nathalie Kosciusko-Morizet. «Los grupos de presión favorables al TAV van a poner toda la carne en el asador y puede que haya maniobras políticas para evitarlo, por lo que es imprescindible seguir movilizados», puntualizó.

Debate en profundidad

El debate sobre el modelo ferroviario lanzado por el Gobierno francés se inició en setiembre. Hasta diciembre, las cuatro comisiones han consagrado más de 200 horas al análisis y estudio sobre su gestión, modelo económico, su sitio en Europa y su filial industrial.

El pasado jueves presentaron sus conclusiones y recomendaciones. Entre ellas, destacan que la «prioridad absoluta» es renovar la red existente y que hay que reevaluar los costes de los grandes proyectos.