Una nueva manifestación contra los recortes en los servicios públicos se celebró ayer por la noche en la capital navarra, la segunda en los últimos días tras la que tuvo lugar el pasado sábado, apoyada por sindicatos, partidos y otras organizaciones sociales.

Encabezada por una pancarta con el texto «En defensa de los servicios públicos. Zerbitzu publikoen defentsan», unas dos mil personas partieron desde la antigua estación de autobuses hasta llegar frente a la sede del Parlamento de Nafarroa, donde concluyó la protesta.

Durante la marcha se profirieron consignas como «No falta dinero, sobran ladrones», «No hay pan para tanto chorizo», o «Las dietas de Barcina van a la cocina», y se vieron pancartas con lemas como «Personal de cocina en lucha» o «En defensa de la sanidad pública».

Frente a la Cámara legislativa Espe Iriarte, del sindicato LAB, en euskara, y José Ramón Barinaga (CCOO), en castellano, dieron lectura a un manifiesto de apoyo a los trabajadores públicos de la sanidad, la educación o la enseñanza, entre otros colectivos afectados por los recortes que pretende acometer el próximo año el Gobierno que preside Yolanda Barcina (UPN) en coalición con el PSN.

Según el texto, los presupuestos que se aprobarán para ese ejercicio, con apoyo de ambas formaciones, van a suponer «un importante recorte de la inversión» en la enseñanza, la sanidad, los servicios sociales o los que prestan los ayuntamientos, y de la financiación de los medios materiales y humanos que se deben dedicar a ellos.

«Nos están enfadando»

Para las organizaciones convocantes, la sociedad navarra se enfrenta «a la reducción de plantillas del personal docente, limitación drástica de las contrataciones, supresión de cientos de plazas pendientes de oposición, privatización de servicios, supresión de programas que están en marcha, aumento de listas de espera y destrucción de empleo».

Tras advertir que los gobernantes «nos están enfadando», en el manifiesto se emplazó a los políticos a que «nuestros impuestos se dediquen a cubrir nuestras necesidades, no a satisfacer a los mercados, ni a dárselos a los bancos y a los banqueros» y se reclamó, en favor de la cohesión social, más y mejores servicios públicos.

La manifestación había sido convocada por sindicatos como CCOO, ELA, LAB, UGT, STEE-ERILASD, CGT, y apoyada por formaciones políticas con presencia parlamentaria como Nabai, Bildu e I-E y colectivos sociales como la Red de lucha contra la pobreza, Sortzen Ikasbatuaz o Herrikoa, entre otros.