El presidente de la República Democrática del Congo, Joseph Kabila, fue investido ayer presidente pese a las denuncias de fraude y al rechazo de su opositor Etienne Tshisekedi, que se ha autoproclamado presidente. En la rueda de prensa que ofreció coincidiendo con al ceremonia de investidura de Kabila en Kinshasa, Tshisekedi, de 79 años, anunció que mañana él también prestará juramento como jefe de Estado en el Estadio de los Mártires de Kinshasa.

El viernes, la Corte Suprema de Justicia confirmó los resultados provisionales emitidos por la Comisión Electoral Nacional Independiente), que dieron el triunfo a Kabila con el 48,95% de los votos, frente al 32,33% de Tshisekedi. Kabila defendió la semana pasada la credibilidad de las elecciones, aunque admitió que hubo «fallos». Tanto la Unión Europea como EEUU criticaron la falta de transparencia.

En su investidura, Kabila prometió «proteger la unidad nacional, guiarse únicamente por el interés general y respetar los derechos humanos». Uno de sus proyectos más inmediatos será potenciar la agricultura porque «necesitamos una economía fuerte, menos dependiente».