Damasco cifra en 2.000 los soldados y policías muertos en la revuelta siria
Los observadores de la Liga Árabe están ya en Siria para comprobar si Damasco cumple el acuerdo sobre el cese de la violencia, aunque el número de muertos siguió creciendo. A la vez, el Gobierno sirio envió a la ONU un informe en el que rechaza que la revuelta sea pacífica.
GARA | DAMASCO
Coincidiendo con la llegada de los observadores de la Liga Árabea, el Gobierno sirio dio por primera vez una cifra sobre las bajas en las filas leales al régimen de Bashar al Assad. En una carta enviada a la Asamblea General y al Consejo de Seguridad de la ONU, señaló que, desde marzo, más de 2.000 miembros del Ejército y las fuerzas de seguridad han muerto «a manos de grupos terroristas».
Damasco criticó los informes «engañosos» de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, que cifra en más de 5.000 los muertos por la represión gubernamental desde que estallaron las protestas.
El Gobierno sostiene que en esos informes «se han ignorado que existen grupos armados que asesinan a inocentes y que también tienen por objetivos al Ejército, fuerzas de seguridad, intelectuales y científicos». Se refiere así a las fuerzas compuestas por militares desertores que respaldan con las armas la revuelta contra Al Assad.
Damasco llamó la atención sobre estos combates para subrayar que «lo que sucede en Siria no es pacífico». Las autoridades sirias criticaron que los informes de la ONU han sido preparados «de forma politizada», según las «agendas de países que desean una intervención militar con la excusa de proteger a los civiles».
El envío de esta carta coincidió con la llegada del primer grupo de observadores de la Liga Árabe encargado de comprobar que las autoridades sirias cumplen con la iniciativa de solución a la crisis de este organismo. Esta propuesta estipula el cese de la violencia, el repliegue de las tropas de las ciudades y la liberación de los presos durante las protestas. En los días previos a la visita, los grupos opositores han alertado de que el régimen ha agudizado la represión, causando cientos de muertos más.
Libertad de movimientos
El vicesecretario general de la Liga Árabe, Ahmed ben Heli, aseguró que esta delegación servirá de avanzadilla para preparar la visita del resto de observadores que trabajarán sobre el terreno, así como la reunión entre opositores y autoridades de cara a la etapa de reformas. Los observadores «tendrán derecho a visitar hospitales, cárceles y centros de detención y de reunirse con representantes de la oposición y organizaciones de derechos humanos», apuntó el responsable de la Liga Árabe.
Por otro lado, los grupos opositores denunciaron la muerte ayer de al menos 23 civiles en Homs, Idleb y Deraa, además de cinco soldados leales a Al Assad y dos desertores en combates.
Los cinco técnicos iraníes, secuestrados junto a tres sirios el martes en Homs, se encuentran en buen estado de salud, según la televisión iraní PressTV. Los técnicos trabajaban en la construcción de una central eléctrica. Teherán acusa del secuestro a EEUU, la UE y países árabes que pretenden «mediante el terrorismo» presionar a Irán para que retire su apoyo a Siria.