Terminó con 23 años sin eliminar a un Primera, estuvo once sin jugar con ninguno y seis sin Copa en Anoeta
El final de una maldición que empezó en una final
La eliminación con el Numancia inició la etapa de las mayores desilusiones y la de Beasain la inestabilidad
Joseba ITURRIA
La Real puso fin en Granada a una maldición de 23 años sin poder eliminar a un equipo de Primera en la Copa. Empezó esa racha negativa después de encadenar dos finales consecutivas en 1987 y 1988, estuvo once años sin jugar con un equipo de la máxima categoría y seis sin ver un partido del K.O. en Anoeta.
La racha empezó tras superar al Real Madrid el 18 de febrero de 1988 con un histórico 0-4 en el Bernabéu en semifinales. Al mes siguiente en ese mismo campo se vivió la gran decepción al perder ante un Barcelona que llegaba en el peor momento de su historia en una final que quedó marcada por el futuro blaugrana de tres de los mejores jugadores realistas: Bakero, Begiristain y López Rekarte.
Nadie podía imaginar entonces que el amargor de aquel día iba a ser el inicio de una maldición que iba a impedir a la Real eliminar a ningún equipo de Primera en la Copa hasta el miércoles. De hecho, los años siguientes los resultados entraron dentro de lo lógico. Los blanquiazules superaban a equipos de inferior categoría y perdían contra conjuntos de Primera. Hasta 1995, el Deportivo fue el único rival de categoría inferior que eliminó a la Real en 1988.
Los Pajaritos
La lógica se rompió un 25 de octubre de 1995 en el campo de Los Pajaritos de Soria ante un Numancia entrenado por Miguel Ángel Lotina. A pesar de que Salva Iriarte presentó de salida a seis titulares del fin de semana anterior y acabó el partido con nueve, el Numancia se puso 2-0 en el minuto 13 sin que la Real recortara diferencias.
En la vuelta los blanquiazules igualaron la eliminatoria con su mejor once para la media hora de juego y, a partir de ahí, se fundieron los plomos y la expulsión de Aranzabal obligó a jugar con uno menos la prórroga. La eliminatoria se decidió con una tanda de veinte penaltis que se dilucidó con un fallo del portero Alberto, aunque se recuerde más el errado por Imaz.
Ese día el Numancia vivió la mayor alegría hasta ese instante, pronto le llegarían más y mejores, y la Real empezó su historia de desencuentros con la Copa, competición en la que empezó a repartir felicidad por campos de Segunda y Segunda B y a encumbrar a porteros que contarán a sus nietos los recuerdos de su noche más brillante.
La Real solo tuvo una Copa relativamente normal en las dos temporadas con Bernd Krauss al superar en la 97-98 dos eliminatorias y perder con un Primera como el Betis y al caer en la única de la 98-99 contra el Atlético de Madrid. A partir de ahí, la Real no superó ninguna ronda hasta que ganó a un Tercera, el Oviedo, en 2003 con un gol de Gabilondo en el minuto 92.
Porque el problema no es que la Real no superara a un Primera, tampoco llegó a enfrentarse a ninguno hasta el año pasado. Y entonces no fue necesario superar una eliminatoria previa. En los once años que estuvo sin jugar contra un Primera, siete equipos de Segunda y cuatro de Segunda B eliminaron a la Real.
De todas estas decepciones, la de la temporada 2000-01 tuvo una gran incidencia para la historia de la Real. Luis Uranga, que ya había sustituido a Javier Clemente por Periko Alonso, entendió que no había más cabezas que ofrecer a los descontentos que la suya para tranquilizar la situación y con esa decisión empezó la inestabilidad en el club en todos los estamentos.
Ese año además la Copa empezó a disputarse a partido único en el campo del equipo de inferior categoría, lo que aumentó las probabilidades de eliminación y provocó que no se disputara un encuentro de Copa en Anoeta en seis años, hasta que volvió a jugarse a doble vuelta.
Los jugadores realistas regresaron ayer de Granada y tendrán vacaciones hasta el día 28 a las 15:00, cuando empezarán a preparar la ida de octavos de Copa sin los internacionales vascos y sin Bravo.
Más de 600 niños de once años repartidos en 49 equipos jugarán hoy la primera fase del Torneo de Navidad de la Real a la mañana y a la tarde en los dos campos de hierba artificial. Los primeros de los diez grupos jugarán mañana la fase final.