Debates presupuestarios
El voto del PSN deja a Iruñea como la mayor institución sin presupuestos
Mientras que la aprobación de las cuentas navarras para el 2012 se convirtió ayer en un mero trámite parlamentario, la capital navarra emergió como el punto flaco de la coalición UPN-PSN. Los tres ediles del PSN, que tienen la llave de la gobernabilidad en Iruñea, votaron contra los Presupuestos, lo que obligará a llevar las partidas de gasto al Pleno. A esta polémica se añade un encontronazo entre el líder del PSN y el propio alcalde de Iruñea, que se hizo público ayer.
Aritz INTXUSTA | IRUÑEA
Los Presupuestos de Iruñea han dejado en evidencia que Enrique Maya gobierna en minoría. El pacto de gobierno entre UPN y PSN sirvió para fulminar las enmiendas a los Presupuestos navarros en el Parlamento, pero hizo aguas en la capital. Los tres ediles del PSN, que en su día renunciaron a entrar en el gobierno de la ciudad, se alinearon con NaBai, Bildu y la concejal de I-E. Finalmente, los Presupuestos de UPN fueron tumbados por 14 votos en contra frente a los 11 concejales de UPN, que recibieron el apoyo insuficiente de los dos ediles del PP.
El debate de ayer en el Pleno del Ayuntamiento se convirtió pronto en un cruce de acusaciones en tono a veces agrio. UPN acusó al PSN de falta de responsabilidad y el otro contraatacó diciendo que ha sido la incapacidad de Maya para alcanzar acuerdos la que ha impedido que se aprobaran los Presupuestos. El desacuerdo entre las dos fuerzas políticas que gobiernan Nafarroa obligará a prorrogar las cuentas de 2011 y a debatir en el Pleno, partida por partida, los gastos del próximo año.
Esta solución -en principio lógica cuando un partido gobierna en minoría un ayuntamiento- no se daba desde hacía 17 años en la ciudad y convierte a Iruñea en la mayor institución vasca sin Presupuestos por el momento (en los cinco parlamentos se han aprobado ya o existen acuerdos sólidos). Ana Elizalde, concejala de Hacienda, fue catastrofista en su diagnóstico. «El PSN votará `no' a todas las partidas nominativas, lo que podría poner en entredicho la sostenibilidad de muchas asociaciones», aseguró Elizalde. Asimismo, auguró que el mayor trámite burocrático que necesitarán algunas de las partidas pondrán también en peligro la obtención de ayudas gubernamentales y europeas con las que cuentan algunos proyectos, ya que podrían impedir el cumplimiento de los plazos.
Elizalde es una concejala curtida en polémicas, puesto que pasó toda la anterior legislatura defendiendo a la Policía Municipal como responsable del área de Seguridad Ciudadana. La edil cargó con todo lo que pudo, llegando a veces a emplear un tono faltón para con los ediles del PSN cuando llevó el desencuentro al plano político. «Bildu pita y el PSN salta», aseguró. «Lo que los votos no han dado a Bildu se lo dan ahora ustedes», achacó a los concejales del PSN.
Jorge Mori, el portavoz del PSN, mantuvo el envite y jugó al órdago. «Por su tono, me ha parecido oír al portavoz de la oposición», replicó a Elizalde hasta en dos ocasiones. Más ácido estuvo cuando aseguró que UPN quisiera tener que pactar sólo con el PP, «pero está obligado a hacerlo con los socialistas». Mori describió la unión entre UPN y PP como «matrimonio de conveniencia», mientras que aseguró que la relación entre UPN y el PSN en Iruñea se parece más a «un ligue de verano».
En cuanto a la operatividad del funcionamiento municipal, Mori expuso que, en todo caso, es consecuencia de la «ineficacia» de Maya para buscar acuerdos. Además, insistió que basta con que el alcalde empiece a trabajar cuanto antes para cumplir con los plazos. Insistió también en que las partidas nominativas no desaparecen, sino que simplemente tendrán que ser refrendadas por el Pleno.
Versión oficial y encontronazo
En todo caso, el PSN siempre circunscribió su negativa a aprobar las cuentas a la deslealtad de UPN con el pacto presupuestario de 2011. La entonces alcaldesa, Yolanda Barcina, se ganó el apoyo de Mori y los suyos a cambio de la inclusión de una serie de enmiendas. Posteriormente, amparándose en los recortes anunciados en setiembre, decidió no ejecutar los proyectos del PSN, cuyo coste era de cuatro millones de euros. Mori no perdona esta «deslealtad».
El resto de ediles que votaron en contra (de NaBai, Bildu e I-E) se comportaron como un bloque unitario. Todos comparten que se trata de unas cuentas que reducen los servicios sociales, mantienen la desigualdad entre barrios y no son participativos. Adujeron también que las medidas tributarias no son progresivas, por lo que serán los que menos tienen los que más aporten a las arcas. Y, en definitiva, sostuvieron que UPN ha tenido en cuenta la crisis para reducir el gasto, pero no ha tenido en consideración la nueva situación social que ha generado la crisis.
Por otra parte, además de esta derrota en el pleno, Maya se ha visto inmerso en otra polémica con el PSN. Ocurrió el miércoles por la noche y se hizo pública ayer. Al parecer, el alcalde se marchó de una reunión en la Federación Navarra de Municipios y Concejos por un enfado con Roberto Jiménez. Maya aseguró que Jiménez le habló «en un tono intolerable». La reunión versaba sobre la remuneración de cargos municipales.
Mero trámite en el Parlamento
Por el momento, el Ayuntamiento de la capital y el Parlamento navarro parecen mundos aparte. El tono bronco en el consistorio se volvió de seda en la Cámara. UPN y PSN tumbaron 944 enmiendas de los grupos de la oposición y sólo dejaron pasar 49, algunas de ellas retoques pactados entre los dos socios de gobierno. La oposición acusó al Gobierno de aplicar «el rodillo» de su mayoría para hacer oídos sordos al resto de iniciativas.
La aprobación de los Presupuestos navarros puede ser un bálsamo para la coalición, pero cabe esperar que la votación de Iruñea deje cicatriz. Fue UPN, en su comunicado del miércoles, el primero en utilizar la palabra clave: «Inestabilidad».
Jorge Mori ironizó durante el debate en Iruñea, señalando que la concejala portavoz de UPN había adoptado un discurso más propio de un partido que está en la oposición. La frase es significativa, porque el PSN, si quiere, sí puede mandar a UPN a la oposición.
El ex militante abertzale y hoy parlamentario del PP, Eloy Villanueva, llegó a decir en el debate que los opositores a Itoitz estaban en contra del pantano porque iba a ser «una base militar para submarinos de la OTAN». Una afirmación memorable.
Al PSN le bastaba abstenerse para que los Presupuestos de Iruñea no salieran adelante, ya que es necesaria la mayoría absoluta. Pese a ello, los tres concejales decidieron votar en contra. Finalmente, el resultado fue de 13 votos a favor y 14 en contra.
Ni Roberto Jiménez ni Enrique Maya tienen fama de ser humildes. Queda aún por conocerse al detalle cuál fue el detonante de la marcha de Maya de la reunión de la FNMC, pero Maya calificó el «tono» de Jiménez como «intolerable».
Las Juntas Generales de Araba y Bizkaia aprobaron ayer los Presupuestos forales del año 2012 con un mismo acuerdo entre PNV y PP. Unas cuentas donde se recogen recortes de hasta el 16% en el caso alavés, que vieron la luz gracias a los votos de PNV y PP en Gernika y a la abstención de los jeltzales en la Cámara de Gasteiz.
En Bizkaia, el PP se convirtió en el garante del Gobierno foral, en manos del jeltzale José Luis Bilbao; y en Araba, la abstención del PNV permitió que las cuentas redactadas por el Ejecutivo de Javier de Andrés vieran la luz gracias a la mayoría simple formada por los junteros del PP y del PSE.
En el caso de Bizkaia, el juntero del PP Gonzalo Zorrilla trató de justificar el apoyo de su partido a un presupuesto «mejorable», y manifestó que el acuerdo presupuestario presentado por el PNV ante las JJGG de Gernika era «mejor» que el de años anteriores.
Esta opinión fue rechazada por el juntero abertzale Asier Vega, que denunció el «rodillo» aplicado por el PP y el PNV a las más de 200 enmiendas presentadas por Bildu. «Son ustedes, el PNV, quienes siguen instalados en el no permanente. Se mantienen fosilizados y, por eso, no dudan en recurrir a quienes gobiernan en Madrid por aquello del intercambio de cromos», destacó.
Por su parte, en Araba el portavoz del grupo jeltzale, Ramiro González, señaló que la abstención de su partido frente a las cuentas del PP respondía a criterios de «responsabilidad», ya que en la actual situación económica «es mejor contar con unos malos presupuestos que quedarse sin ellos».
Sin embargo, el representante de Bildu en las JJGG del herrialde, Gorka Ortiz de Ginea, puso en duda dicha «responsabilidad», y recordó que el proyecto presupuestario presentado por el PP recoge una serie de partidas económicas dirigidas a las localidades y cuadrillas gobernadas por el PNV. Un incentivo discriminador que ya fue denunciado hace días por los presidentes de Zuia y Agurain, las dos únicas cuadrillas regidas por la coalición abertzale.
«Se han confirmado todas las sospechas porque ha quedado en evidencia que la negociación presupuestaria se ha limitado a un intercambio de favores que discrimina a unos y favorece a otros en función del color político», matizó el juntero abertzale.
Asimismo, cabe destacar la postura adoptada por el PSE en el debate presupuestario, ya que mientras en Bizkaia sus junteros rechazaban las cuentas y denunciaban un «interés partidista» oculto tras las mismas, en las JJGG de Araba los representantes del PSE preferían votar a favor del presupuesto para no generar un «problema» a la población del herrialde.
Por otro lado, ayer en Gasteiz los grupos del PP y PNV aprobaron una reforma de la fiscalidad, que a partir del próximo curso incrementará en dos puntos el IRPF, y recuperará el Impuesto sobre el Patrimonio. Según explicó el diputado de Hacienda, José Zurita, dicho gravamen, que afectará a todas aquellas personas que cuenten con un patrimonio superior a los 800.000 euros, se establecerá de manera temporal; y se situará el importe exento de la vivienda habitual en 400.000 euros.
Hoy se deciden los presupuestos y la reforma fiscal en Gipuzkoa. I. SALGADO
Antes del Pleno de Iruñea, el portavoz del PSN, Jorge Mori, pidió disculpas tras publicarse que dio positivo en un control de alcoholemia el fin de semana. Mori aseguró que «esto no volverá a suceder». El control era de la Policía Municipal de Iruñea.