La lotería deja 36 millones de euros de un cuarto íntegro y otros «pellizcos»
La lotería navideña dejó en Euskal Herria 36 millones de euros de un cuarto premio íntegro, además de parte del tercero y quintos. La suerte se centró sobre todo en Bizkaia, donde estuvo muy repartida. También en Azpeitia, Errenteria e Iruñea. En Araba pasó de largo.
Jon ADAN | BILBO
Ni el «Gordo» ni el segundo premio de la lotería se vendieron en Euskal Herria, aunque una pequeña parte del primero fue a parar a Lesaka. Aun así, el sorteo que tanta expectación levanta y que año tras año gana adeptos -aún más en épocas de crisis-, dejó 36 millones de euros de un cuarto premio íntegro y varios «pellizcos» muy repartidos. La suerte se centró en Bizkaia y también salpicó a Azpeitia, Errenteria e Iruñea. Araba vio cómo la suerte pasaba de largo.
El premio más generoso lo vendió la administración Martín, del Casco Viejo bilbaino, que repartió 36 millones entre abonados al número 12.249, uno de los dos cuartos premios, vendido en su totalidad. «Ha estado muy repartido entre los vecinos de la zona», explicó Manuel Martín, propietario del local, entre botellas de cava.
A Euskal Herria llegó además otro millón y medio de euros con el número 02.184, un tercer premio que tocó en los despachos de calle Merindad de Uribe, 1, de Barakaldo; en la plaza del barrio baracaldés de Gurutzeta; y en la calle Mayor de Azpeitia.
«Lluvia» de quintos premios
La «lluvia» de premios menores siguió con los quintos premios, ya que seis de los ocho posibles se vendieron en parte en Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa. Los números de la fortuna llegados a Euskal Herria fueron 03.643, 08.128, 33.003, 62.718, 34.001 y 57.038, que dieron seis mil euros por cada décimo. Así, el que más dinero distribuyó con estos quintos premios fue Martín Sanz, regente de la administración número 1 de Sestao, que repartió 1,8 millones de euros. Declaró que eligió el número 33.003 por ser «raro, ajustado a mi personalidad».
Otra popular administración, la de la calle Alameda Urquijo, 52 de Bilbo, vendió dos quintos premios, el 03.643 y el 57.038 respectivamente; 120.000 euros en total. En Errenteria también se vendieron décimos de dos quintos premios -62.718 y 08.128- en tres administraciones diferentes de esta localidad.
Más quintos premios en cantidades pequeñas fueron repartidos en otras administraciones de Bilbo: en los locales de la Plaza Lauaxeta, Alameda Urquijo y Azkarreta vendieron el 03.643, dejando en Bilbo alrededor de 180.000 euros. Además la administración de Licenciado Poza vendió dos series del 08.128 a abonados que, según explicaron, compran ese número desde hace más de 40 años. En Zalla repartieron 5.000 euros con el número 03.643, que jugaban los trabajadores del ambulatorio. También fueron agraciados en Portugalete, Leioa y Muskiz.
El local de la Plaza del Castillo de Iruñea vendió el número 62.718, que dejó ocho millones de euros. Una pequeña parte se vendió también en la vecina localidad de Berriozar.
El «Gordo», con el número 58.268, cayó íntegramente en la localidad oscense de Grañén -de apenas dos mil vecinos-, aunque de manera indirecta también fue a parar a Nafarroa. Miembros de la asociación de cazadores de Lesaka, que acostumbran a ir de caza a la citada localidad, se alojaron en un hotel de las afueras, y fue allí donde compraron una decena de décimos, premiado cada uno con 400.000 euros. Un gesto que les convirtió ayer en los nuevos millonarios del pueblo.
Álvaro Telletxea, uno de los agraciados, no era capaz de articular palabra ni pensar qué iba a hacer con el dinero, aunque sí aseguró que lo celebrará con los demás compañeros con una buena cena. «Al saberlo nos hemos reído, pero hay nervios, muchos nervios», señaló.
No obstante, Nafarroa también vivió la otra cara de la moneda porque la administración de la calle Calderería de Lizarra tenía el tercer premio, pero fue devuelto porque no se había vendido.
Iñigo Chasco, su propietario, explicaba que al no haber vendido la serie la devolvió a última hora de la tarde de la víspera del sorteo, justo a las 20.05. «Se han devuelto muy pocos, pero entre ellos el agraciado», lamentó. J.A.
