GARA > Idatzia > Mundua

Prótesis mamarias rellenas de productos químicos industriales

Las prótesis mamarias fabricadas por la marca francesa Poly Implant Prothese (PIP) se han convertido en el foco de preocupación para miles de mujeres en los últimos meses. Los últimos datos que verifican el uso de químicos industriales y los veinte casos de cáncer en el Estado francés han hecho saltar todas las alarmas.

p020_f01-182x128.jpg

Garazi MUGERTZA

Las prótesis de la marca Poly Implant Prothesen (PIP), protagonistas del escándalo que ha saltado recientemente a la opinión pública tras varias denuncias por irregularidades sanitarias, nunca fueron sometieron a pruebas clínicas para evaluar sus posibles daños para el organismo. Pero, ¿y los controles básicos para dar el salto al mercado? ¿Cómo puede ser que no se haya detectado nada en ellos? El Gobierno francés ha ordenado investigaciones para determinar si las deficiencias administrativas en los sistemas de control han permitido a la compañía sacar al mercado los implantes de mama PIP. El ministro de Salud, Xabier Bertrand, declaró que las investigaciones se habían solicitado en la Dirección General de Salud y la AFSSAPS (Agencia Francesa para la Seguridad de Productos de Salud- «para averiguar que sucedió».

La falta de control es aún más perocupante tras la revelación del diario «Le Figaro» de que la empresa era la «proveedora oficial de los centros anticancerígenos» en el Estado francés desde hace años. Fuentes citadas por la BBC señalaron que «16 de los 18 centros, entre ellos el prestigioso Institut Gustave-Roussy y Curie Institut, utiliza los implantes PIP para la reconstrucción mamaria en mujeres que tienen cáncer».

Además, según desveló el diario «Le Parisien», la compañía también producía implantes mamarios y de glúteos y prótesis testiculares para hombres.

Los análisis de AFSSAPS, realizados en prótesis incautadas durante el registro de los locales de la empresa PIP en marzo de 2010, mostraron un gel que no cumplía con los reglamentos necesarios y que existía un gran riesgo de que las prótesis se rompieran una vez implantadas. A fin de año, tras una investigación de un equipo de periodistas de la radio francesa RTL y después de que la compañía alemana Brenntag -la mayor distribuidora de químicos del mundo- asegurara haber suministrado silicona industrial a la firma, se ha conocido qué componentes tienen los implantes que se han colocado entre 400.000 y 500.000 mujeres en todo el mundo.

Algunos de los componentes químicos para la industria fabricados por la compañía alemana, altamente tóxicos, son los aceites de silicona Baysilone, que normalmente se utilizan en la construcción de materiales para navíos y en componentes electrónicos, entre otros usos industriales, así como dos sustancias empleadas habitualmente en la industria del caucho -Silopren y Rhodorsil-.

Estas sustancias acentúan las probabilidades de que las prótesis se rompan una vez implantadas, pero el mayor miedo reside en si las sustancias son o no cancerígenas. En el Estado francés, donde unas 30.000 mujeres se colocaron estas prótesis, se han registrado veinte casos de cáncer en mujeres que los llevan. Aunque hasta el momento no se ha podido establecer una relación directa entre los casos de cáncer y el uso de las prótesis, el Gobierno francés ha aconsejado a las portadoras de dichos implantes que se los hagan extraer. Los gobiernos de Gran Bretaña, Brasil, Australia, República Checa, Ecuador o el Estado español han pedido a las mujeres con las prótesis en cuestión que consulten a sus médicos y se realicen los controles pertinentes. En el caso de EEUU, la agencia reguladora de los medicamentos, la FDA, envió en mayo de 2000 un inspector a la planta del fabricante. Tras analizar el lugar, la FDA envió una carta de advertencia al fundador de la compañía, Jean-Claude Mas, en la que le decía que los implantes estaban «adulterados» y citaba al menos once irregularidades en el proceso de fabricación.

El director y fundador del PIP, Jean-Claude Mas, se encuentra huido y es reclamado por la Justicia francesa por estafa y engaño a sus pacientes y por homicidios involuntarios y golpes y heridas contra varias pacientes. Fuentes judiciales próximas a Mas aseguran que el directivo dará una explicación la semana que viene.

Tras los implantes mamarios es la hora de las inyecciones antiarrugas

Tras el escándalo de los implantes mamarios de la marca Poly Implant Prothesen (PIP), ha saltado a la palestra la preocupación por las inyecciones antiarrugas.

La falta de seguridad que se ha detectado en los implantes mamarios prodría reproducirse con las inyecciones antiarrugas. Estas últimas, que ascienden a 600.000 al año, pasan los mismos controles que los implantes mamarios, lo que ha hecho saltar todas las alarmas.

A este respecto, la Unión Europea ha comenzado a moverse hacia un mayor control tanto de los implantes como de otros productos médicos, tal y como propuso el Estado francás tras descubrir silicona industrial en las prótesis mamarias PIP. Este nuevo sistema de control pretende fortalecer la trazabilidad y el intercambio de información entre los estados sobre dispositivos médicos que van desde las prótesis a los vendajes más simples o a las lentes de contacto. También pretende impulsar criterios más estrictos entre países. G.M.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo