«Sherlock Homes: juego de sombras» concede plena libertad a Guy Ritchie
M. I. | DONOSTIA
La Warner tuvo muchas dudas sobre la modernización que Guy Ritchie hizo del personaje creado por Arthur Conan Doyle, y hasta que no vio los resultados en taquilla no tuvo claro el nacimiento de la nueva franquicia. Una vez puesta en marcha, el cineasta inglés ha contado con un holgado presupuesto de 125 millones de dólares para «Juego de sombras», del que ha dispuesto, ahora sí, a su antojo. Si dirige una tercera puede que le sea más difícil contar con tanta libertad, en vista de que la segunda entrega no va camino de recaudar tanto como la primera.
En contra tiene la pérdida del efecto sorpresa inicial, toda vez que Robert Downey Jr. repite una caracterización desastrada y violenta que ya no choca tanto. En todo caso, su actuación se vuelve más autoparódica, al abusar de los disfraces que ridiculizan más de la cuenta la imagen del detective de Baker Street. Además, se ve envuelto en muchas y más espectaculares explosiones, con el pretexto de una escalada bélica orquestada por el profesor Moriarty.