ANTE LA MANIFESTACIÓN DE BILBO
La mayor acumulación de fuerzas por los presos suma más adhesiones
Egin Dezagun Bidea efectuó ayer en las escalinatas del consistorio bilbaino, en el mismo lugar donde finalizará la marcha en defensa de los derechos de los presos, un último llamamiento a sumarse a esta histórica cita, «un hito -remarcaron sus portavoces Jone Artola e Ingo Niebel- que marque la diferencia entre un paso oscuro y un nuevo futuro». Mientras, adhesiones y preparativos dentro y fuera del país continúan.
Agustín GOIKOETXEA | BILBO
Decenas de representantes de los agentes políticos, sociales y sindicales, así como ciudadanos a título individual que han conformado la iniciativa Egin Dezagun Bidea comparecieron ayer en las escalinatas del ayuntamiento de Bilbo para realizar el llamamiento final a llenar las calles más céntricas del Botxo mañana. Sonrientes por la respuesta cosechada hasta el momento, y conscientes de la importancia de no cejar en el esfuerzo, confesaron que esperan «un espectáculo reivindicativo» en defensa de los derechos de los presos políticos vascos.
Beñat Zarrabeitia, una de las caras visibles de esta iniciativa popular, auguró un «absoluto éxito» de la marcha convocada para mañana en Bilbo, que partirá a las 17.30 de La Casilla, bajo los lemas ``Euskal Herriak konponbidea nahi du. Euskal presoen eskubideen alde. Eskubide guztiekin euskal presoak Euskal Herrira''. Desde la organización no tuvieron ningún problema al reiterar ante los medios de comunicación presentes que la manifestación será «colosal, amplia y plural».
Es más, se atrevieron a decir que va a ser la mayor acumulación de fuerzas en defensa de los derechos de los prisioneros de los últimos tiempos. Esta afirmación la trató de avalar Zarrabeitia con el dato de que Egin Dezagun Bidea había recabado para ayer más de 15.000 adhesiones dentro y fuera de Euskal Herria, además de haberse programado cientos de autobuses para acudir a la capital vizcaina.
Desde fuera del país, la Coordinadora por el Diálogo y la Negociación de Aragón informó ayer de que respaldan la convocatoria del 7E porque «siempre apoyarán la solución dialogada y negociada a la situación actual de Euskal Herria, además de que -añadieron en una nota- todos los derechos de las personas sean respetados sea cual sea su proyecto político».
Otra adhesión llegó desde el Comité de Solidaridad de Lille, en el Estado francés, que lleva funcionando desde 1987 y animando a la causa vasca. En un comunicado, saludó el nuevo tiempo abierto en Euskal Herria tras el anuncio de ETA del 20 de octubre, la acumulación de fuerzas por un escenario democrático y ahí su llamamiento a los progresistas franceses a reivindicar los derechos de los presos políticos vascos, muchos de ellos encarcelados en las prisiones de ese Estado.
Por lo que respecta al apartado de autobuses, cabe destacar que la flota de vehículos contratada sigue en aumento, con ocho autobuses que saldrán de Lizarraldea, 22 de Goierri y 28 de Urola Kosta. No es extraño que los promotores de la movilización tanto a nivel nacional como al local no oculten su orgullo por la respuesta ciudadana y traten de restar importancia a hechos como el anuncio del Departamento de Interior de Lakua de que seguirá a rajatabla las órdenes del juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska.
Beñat Zarrabeitia recordó que la marcha será silenciosa, tal y como acordaron los convocantes, decisión que calificó de «ejercicio de responsabilidad» que los promotores esperan también por parte de la consejería que dirige Rodolfo Ares. Quiso aclarar que la «polémica» mediática de las últimas jornadas en torno a la manifestación trata de «desvirtuar el debate de fondo, provocar confusión y enrarecer el ambiente, cuando lo verdaderamente importante es que estamos a las puertas de un nuevo tiempo de esperanza».
«Importancia histórica»
Ese mismo sentimiento fue el que trataron de transmitir Jone Artola e Ingo Niebel, en representación de quienes conforman Egin Dezagun Bidea, que consideran el día de mañana como «clave». «La del 7 de enero es una movilización -dijeron la componente de Etxerat y el periodista alemán en euskara y castellano, respectivamente- que lleva consigo una importancia histórica, ya que entendemos como un hito que marque la diferencia entre un pasado oscuro y un nuevo futuro».
Tampoco perdieron la ocasión para explicar que el objetivo que ha unido a miles de personas y centenares de agentes de diferentes ideologías y ámbitos de trabajo es, en primer lugar, que se den de manera «inmediata» los pasos necesarios para establecer todos los derechos de los presos.
En segundo lugar, en aras a impulsar la solución definitiva al conflicto, apuestan porque se abra el camino para el regreso a casa del conjunto de represaliados políticos vascos, ya que la resolución del mismo también requiere la superación de todas sus consecuencias. «Ha sido así en otros países del mundo», puntualizaron, en las que a través de estas vías se han conseguido resultados satisfactorios. «Creemos -añadieron- que en Euskal Herria existe la posibilidad de emprender la misma línea, y que nadie puede dar la espalda a la oportunidad histórica que se ha abierto para ello».
Por ello, pidieron a los gobiernos de Madrid y París que den los pasos para el traslado a Euskal Herria de todos los presos vascos; que finalice la cadena perpetua, derogando la doctrina 197/2006 y dando paso a la libertad condicional en el Estado francés; la liberación de los prisioneros enfermos, así como de todos los que hayan cumplido los tres cuartos de la condena».
De estas peticiones, subrayaron que «son puramente democráticas, están basadas en el respeto de los derechos humanos, y además son pasos necesarios para avanzar en el proceso de solución del conflicto». No dejaron ahí su argumentación, ya que los portavoces de Egin Dezagun Bidea precisaron que estas reclamaciones se han convertido en un reclamo claramente «amplio y mayoritario» de la sociedad vasca, así como la exigencia de muchos agentes internacionales «de gran importancia y prestigio».
Al margen de las manifestaciones de los convocantes, Joseba Permach, en una entrevista a Info7, incidió en que la movilización de mañana supondrá «un grito enorme para que tarde o temprano el Gobierno español empiece a respetar los derechos de los presos, se acabe con la política de dispersión y seamos capaces de avanzar en el proceso». El militante de la izquierda abertzale apostilló que el éxito de la convocatoria solo falta rematarlo mañana.
Varios solidarios con los presos políticos vascos se desplazaron hasta el exterior de la prisión de Puerto I, a 1.132 kilómetros de Euskal Herria, para reivindicar la amnistía escribiendo ese lema en los muros de la cárcel gaditana.
Los solidarios, vestidos como iratxos, tuvieron también la ocasión de colgar banderas en las que se reclamaba la amnistía, un acto simbólico a las puertas de la movilización del 7E.
En Villepinte, Ibon Goieaskoetxea, Borja Gutiérrez y Joseba Fernández pasaron la Nochevieja en el «mitard». En Dijon, Itziar Moreno y Oihana Garmendia tenían previsto iniciar hoy una huelga de hambre por las condiciones carcelarias.
Ayer se llevaron a cabo las habituales movilizaciones semanales en defensa de los derechos de los presos: en Alde Zaharra de Iruñea, 40 personas; en Arrosadia, 23; en Donibane, 45, en Iturrama, 49 y en Burlata, 124. El miércoles, 41 en Atarrabia.
La portavoz de la izquierda abertzale Maribi Ugarteburu reclamó ayer la apertura de «un diálogo resolutivo en clave democrática» que «desate los nudos históricos del conflicto» y advirtió de que, para que sea «efectivo», deben participar todas las fuerzas políticas «sin vetos ni exclusiones». Asimismo, urgió al PP a la legalización de todas las opciones políticas y al «respeto» de los derechos de los presos políticos.
Por su parte, Bildu criticó ayer la actitud «beligerante» que mantienen el PP, PSE y PNV ante la manifestación que se celebrará mañana en Bilbo y destacó que, en el caso de la formación jeltzale, no llegan a entender su postura porque sus bases «apoyan mayoritariamente las reivindicaciones que se recogen en la convocatoria». Además, rechazaron las acusaciones de la secretaria del EBB del PNV, Belén Greaves, quien este miércoles afirmó que la coalición soberanista está «paralizada ante la presión de la responsabilidad de la gestión en el día a día y atenazada por su propia demagogia electoral y política».
El portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, aseguró ayer en declaraciones a Radio Euskadi que, aunque queda «pendiente» el anuncio de la disolución definitiva de ETA, «Euskadi se encuentra en un tiempo distinto». En ese sentido, indicó que la política penitenciaria puede «coadyuvar sin necesidad de vulnerar» la propia Ley penitenciaria, «que es muy garantista».
«Hay presos que se han acogido a medidas de reinserción, pero el núcleo duro nunca ha querido porque ETA se lo prohibía. Se ha cambiado ese discurso y se habla de la necesidad de que ese colectivo se acoja, y hay instrumentos en el Estado de Derecho que permiten dar pasos en ese sentido», declaró.
Pastor señaló que será el Gobierno español quien «marque los ritmos» en esta cuestión y, por ello, el PSOE será «respetuoso», aunque tenga su «propio criterio». Obvió comentar porqué el anterior Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no hizo ningún intento ni tras el alto al fuego permanente, ni tras la declaración de del cese definitivo de la actividad armada. GARA
El número de autobuses que llegarán el sábado a Bilbo con motivo de la manifestación rondará los 300. Por ejemplo, de Gasteiz por la mañana saldrán al menos 2, uno organizado por el Gaztetxe; desde Luis Heinz saldrán 10, incluidos 2 buses oruga.