Consumada la operación conjunta de PNV y PP para copar el control de Kutxabank, el presidente del Euzkadi Buru Batzar, Iñigo Urkullu, publicó ayer un texto en su blog -puede leerse íntegro en http://urkullu.eu/- en el que aboga por «aislar» Kutxabank «del debate político», al tiempo que propone «negociar y acordar una Ley de Cajas con el máximo consenso posible». Al respecto, cabe recordar que dicha Ley será debatida y votada en el Parlamento de Gasteiz, donde la izquierda abertzale continúa proscrita.

En su escrito, Urkullu tilda de «advertencias amenazantes» las declaraciones realizadas la víspera por el diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano, cuando este anunció que el ente foral retiraba su respaldo y su confianza a la dirección de Kutxa. Además, tachó de «sarta de sandeces y de mentiras» las palabras del portavoz abertzale Joseba Permach, quien el martes alertó de la posible deriva «neoliberal» del nuevo banco. El presidente jeltzale asegura que a Bildu «le consta que la representación y participación de Kutxa en el proyecto es superior a la que le hubiera correspondido según números».

Tampoco escatima críticas para el PSE, a quien recuerda que forma parte del Consejo de Kutxabank «a través de una representación en la Vital que, atendiendo a la filosofía que dicen defender, hoy no les correspondería en absoluto».

Anteriormente, Bildu-Gipuzkoa emitió una nota en la que emplazaba a líderes del PNV en el herrialde como Joseba Egibar o Markel Olano a que aclaren si «van a dar cobertura al menosprecio que el acuerdo PNV-PP supone para los intereses de los guipuzcoanos».

Para la coalición, dicho pacto es un «chanchullo» en el que «Gipuzkoa sale perdiendo frente a los intereses que el PNV tiene en Bizkaia y en su pacto a futuro con el PP en la CAPV y Madrid».

Aplazar las asambleas

El secretario general del PSE de Bizkaia, José Antonio Pastor, planteó suspender la renovación de las asambleas hasta la aprobación de la nueva Ley de Cajas en el Parlamento de Gasteiz. «Nos podríamos encontrar con el disparate jurídico de que la ley nueva esté aprobada en el Parlamento y, sin embargo, se estén celebrando asambleas de renovación con una ley que ya está derogada», argumentó.