Primera vuelta de la Liga LEB Oro
Grupo Iruña Navarra, reflejo de lo mucho que vale no rendirse
Tras sumar cinco derrotas en las ocho primeras jornadas, los iruindarras han reaccionado con seis victorias seguidas y ha afianzado un grupo renovado.
Arnaitz GORRITI
Con el claro triunfo por 72-82 ante el Menorca Básquet acababa la primera vuelta para el representante vasco de la Liga LEB Oro: el Grupo Iruña Navarra. El cuadro dirigido por Ángel González Jareño ocupa la sexta plaza, empatado con el cuarto -el propio Menorca Básquet- con 10 victorias y 7 derrotas, 5 de ellas apiladas en una primera mitad bastante mala, y superada con creces gracias a una racha de seis victorias seguidas, que parece tener continuidad después de sumar dos victorias ante grandes equipos a pesar de perder en Granada.
«Alcanzamos una racha de 8 victorias en 9 partidos», recalcaba el técnico navarro tras ganar en el Pavelló Menorca. «No es una victoria casual, ha llegado gracias a nuestro trabajo en defensa», añadía.
Toda esa mejora de Grupo Iruña Navarra viene de no rendirse y de confiar en sus posibilidades aun y con ausencias por problemas físicos durante varios partidos de gente como Iñaki Sanz e Iñaki Narros, al fugaz concurso de Kimmani Barrett, sustituto de otro elemento que ha pasado de puntillas como Yves Mekongo, que además sufrió bastante con las lesiones en el inicio de campaña.
Plantilla renovada
El plantel iruindarra cumple su segunda campaña consecutiva en la Liga LEB Oro, después del extraordinario concurso de la pasada campaña, donde obtuvo la octava plaza e hizo sudar al Ford Burgos -caería eliminado en cuatro partidos después de caer en el último segundo en el segundo duelo, cuando ya saboreaba una victoria que hubiera dado el factor cancha a los de González Jareño- en los cuartos de final de los play offs por el ascenso a la ACB.
Pero con la nueva campaña nadie podía asegurar que se pudiera repetir la historia, ya que solo dos hombres -Iñaki Sanz y Narros- repetían de la pasada campaña -Óscar Raya y Alex Calvo también, pero estos dos completan la rotación y casi no juegan- y aunque varias incorporaciones saben lo que es jugar la Liga LEB Oro y hasta la ACB -Mikel Uriz, procedente de las filas de Bilbao Basket, Jorge García y Ondrej Starosta-, otros provenían del extranjero -Mekongo y Langford, de Hungría; Barrett, de Alemania- o de categorías inferiores -Nikola Rakocevic, cedido por el CAI Zaragoza, y Antón Savitski, de EBA y Víctor Pérez, de LEB Plata-.
En este sentido, un veterano como Ángel González Jareño, campeón con el Real Madrid de la Euroliga de 1995 como ayudante de Zeljko Obradovic, se mostraba prudente hasta el extremo. «No me gustaría engañar a nadie y no soy un `engañador'. Lo que conseguimos el año pasado tiene muchísimo valor y es muy difícil de repetir. Si hubiéramos mantenido 6-8 jugadores y sobre eso hubiéramos mejorado, podría decir a la gente que podemos luchar por lo mismo que el año pasado, pero cuando tienes que cambiar todo y prácticamente empezar de cero... Tenemos un nuevo equipo y nuevos objetivos», opinaba.
La explosión de Mikel Uriz
En ese sentido, y pese a amarrar los tres primeros partidos de casa -entre ellos, ante el Iberostar Canarias y próximo rival navarro, líder de la LEB Oro, con 14 triunfos y 3 derrotas-, las sensaciones no eran nada buenas toda vez que Grupo Iruña encadenaba tres derrotas seguidas, encajando más puntos de los deseados -103 puntos ante Breogán en el Anaitasuna-. Para más inri, Iñaki Narros se lesionaba a los 19 segundos en el partido ante el Clínicas Rincón. Era el 11 de noviembre y el balance de los iruindarras era de 3-5.
Bendita fecha, porque fue la del renacer navarro. El iruindarra Mikel Uriz, con una canasta sobre la bocina, daba la cuarta victoria a los de Ángel González Jareño: 67-68. No iba a ser la única, sino la primera de seis seguidas. Victorias donde el joven base navarro fue clave. Triple sobre la bocina para empatar ante el Girona y ganar 90-82 en la prórroga, o 26 puntos y 7 asistencias en Cáceres. Con Langford de acompañante, con 13 puntos y 5 rebotes de media, Grupo Iruña brilla con luz propia, y lo mejor está por llegar.
Mikel Uriz, Kevin Langford, Nikola Rakocevic, Ondrej Starosta, Jorge García, Antón Savitski, Víctor Pérez, Kimmani Barrett e Yves Mekongo. Nueve caras nuevas y salvo los dos últimos, cortados, un éxito total e ilusionante.
La victoria en Málaga por 67-68 ante el Clínicas Rincón el pasado 11 de noviembre fue el aldabonazo de la reacción navarra. Pese a la lesión de Narros, Langford y Mikel Uriz lideraron la racha de seis triunfos seguidos de Grupo Iruña Navarra.
La primera mitad de la Liga Femenina ha volado y Hondarribia-Irun y UNB Obenasa caminan sobre el alambre. El conjunto hondarribiarra suma tres victorias, una más que la escuadra de Iruñea, que ocupa plaza de descenso. Y es que ambos equipos observan con suma preocupación que perder la categoría es más que una posibilidad remota. Lo peor, empero, es que se preveía que tal cosa pudiera suceder.
Resulta particularmente deprimente el devenir de los últimos años de Hondarribia-Irun. «Las dificultades económicas que todo el mundo conoce nos hacen vivir una situación límite, con un equipo muy justo. El equipo tiene solo ocho jugadoras profesionales. Eso nos lleva a una situación muy precaria que nos lleva a tener que pelear por mantener la categoría, que es nuestro único objetivo», declaraba hace poco el presidente de Txingudi Saskibaloia, José Mari Izagirre. «De ninguna manera vamos a incorporar a nadie más; bastante tenemos con mantener los sueldos de la gente», añadía.
Ocho jugadoras, entre ellas jovencitas como Amaia Gastaminza y Laura Gil, tan prometedoras como irregulares, otra inexperta como Mincikova, y una Thania Quintero que ejerce de veterana -y hasta de fisioterapeuta-, donde la anotación recae en gente como Ygueravide o Laura García. El descenso está a solo una victoria, y aparte de sus cualidades, las quipuzcoanas deberán confiar en hallar a dos rivales peores.
Por el momento, UNB Obenasa está entre esas peores, ya que ocupa la penúltima posición con dos triunfos. A pesar de la calidad de gente como Jovana Rad, Amra Dapo, Begoña García, Paula Seguí, Melissa Dennet y la recién llegada Marta Perlic, las de César Rupérez no se encuentran a sí mismas. Falta conjunción y sobran los cambios en una plantilla veterana, pero que a veces, y por desgracia, parece estar de vuelta. A. G.
