Alejandro Nadal 2012/1/4
Recuperación y normalidad
Lajornada
Los pronósticos para la economía mundial en 2012 no son buenos. La crisis en Europa se intensifica y la economía en Estados Unidos no ha terminado su ciclo depresivo. Y hasta China, la economía más dinámica del mundo, terminará con una tasa de crecimiento inferior para el año que acaba de comenzar. Todo indica, pues, que el nuevo año no será fácil.
(...) Una parte de la discusión en Europa sigue centrada sobre el papel del Banco Central Europeo (BCE) y la necesidad de convertirlo en prestamista de última instancia. De esta manera se busca reconstruir el vínculo entre política monetaria y fiscal al permitirle intervenir directamente en los mercados de deuda soberana. Pero este camino parece cerrado y no hay indicios de que en un futuro cercano se pudieran establecer las bases de un arreglo diferente. Lo último que se decidió en la cumbre del 9 de diciembre pasado fue iniciar un proceso en el que a la larga se fortalecería el control sobre la política fiscal de los países miembros de la Unión Europea (UE). El objetivo final en ese caso sigue siendo la imposición de una más intensa austeridad fiscal, lo que no es un buen augurio para la economía europea dado que no ataca las causas de la crisis.
(...) La profundización de la crisis en Europa tendrá repercusiones duraderas sobre la economía mundial. Para el conjunto de las economías desarrolladas, la tasa de crecimiento será de 1.9 por ciento a lo largo de 2011.
(...) A pesar de todos los avisos, hoy el mundo capitalista desarrollado se encierra en una histeria de austeridad, mientras que ninguno de los problemas que provocaron la crisis recibe la atención que merece. Como todas las recetas de política económica que se aplican están equivocadas, uno acaba por preguntarse ¿cuál es ese estado de «normalidad» hacia el cual nos debería llevar la recuperación (si es que existe)?
Al buscar respuesta comienza a ser menos sorprendente la ceguera de los responsables de la política económica en los centros de poder. Claro, porque la normalidad a la que se quiere regresar es la pesadilla neoliberal.
Desde hace 30 años la economía mundial desciende por una espiral hacia una mayor desigualdad, más desempleo, menos crecimiento y una destrucción ambiental sin paralelo en la historia. ¿De qué se sorprenden los hacedores de la política económica y sus acólitos en la prensa internacional de negocios? Desde hace dos décadas, por lo menos, le impusieron a los países pobres del mundo llamado subdesarrollado un modelo económico basado en la privatización y la desregulación financiera. Como resultado, las crisis se hicieron más profundas y frecuentes en esos países. Pero si los países ricos siguieron el patrón del mismo modelo, ¿por qué habría la crisis de perdonarlos?