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Cantabria espera que no haya problemas con la CAV sobre el intercambio de asistencia sanitaria

GARA | BILBO

Más que como un conflicto competencial entre instituciones autonómicas, la polémica abierta sobre la atención sanitaria a ciudadanas y ciudadanos de comunidades limítrofes se va enfocando, cada vez con más nitidez, desde la perspectiva económica. Y más concretamente, el tema acaba relacionándose con la precaria situación que atraviesan las arcas de algunas instituciones, a punto de hundirse debido a una deuda pública que no pueden sacar a flote.

Tras el inicio de la polémica por parte del Gobierno de La Rioja, en manos del PP, que se negó a atender a pacientes vascos de Araba y Nafarroa, ahora parece difícil ponerle freno.

El último capítulo lo puso ayer el Gobierno de Cantabria, también gestionado por el partido de Mariano Rajoy. No obstante, en esta ocasión las críticas al Ejecutivo de Lakua fueron más comedidas que las que lanzaba hace apenas un mes el presidente riojano, Pedro Sanz.

Reunión con Bengoa

Desde Santander, la consejera cántabra de Sanidad y Servicios Sociales, María José Sáenz de Buruaga, aseguró que, a falta de tener los datos concretos sobre flujo de pacientes, Lakua no estaría dando una mayor asistencia sanitaria a Cantabria de la que esta comunidad ofrece a pacientes vascos.

«No nos debemos nada -puntualizó-. Cantabria atiende a un buen número de vascos, sobre todo en atención primaria, y el País Vasco sigue atendiendo a parte de los ciudadanos de Cantabria, especialmente de Castro Urdiales», explicó al ser preguntada sobre las declaraciones del consejero de Sanidad de Lakua, Rafael Bengoa, quien pedía que se compense a la CAV por la asistencia sanitaria a distintas comunidades limítrofes.

Buruaga señaló que, aunque las declaraciones de Bengoa hay que refutarlas desde los datos, se «teme» que en el caso de Cantabria no es así. «Cuando tengamos los datos sobre flujos de pacientes sobre la mesa y de frecuencia de servicios sanitarios de uno y otro vamos a estar, si no lo estamos ya, cerca del equilibrio», indicó la consejera, quien adelantó que conocerá esos datos durante esta misma semana.

A partir de ahí, la consejera cántabra confía en poder sentarse con Bengoa para analizar esos flujos y «recomponer» la relación de «reciprocidad» que hasta ahora se mantiene entre las dos comunidades en forma de convenio.

Bilateral y estatal

María José Sáenz de Buruaga defendió la necesidad de alcanzar un acuerdo «bilateral» entre las dos comunidades sobre la asistencia sanitaria que se base en el «equilibrio» entre las prestaciones de ambas partes.

Además, la consejera de Salud de Cantabria dio por hecho que estos problemas se subsanarán en la próxima reunión del Consejo Interterritorial de Salud -órgano en el que están representadas las comunidades y la Administración del Estado- gracias, entre otros aspectos, al relevo que se ha producido en el ministerio de Sanidad tras la llegada de Mariano Rajoy a la Moncloa.

En su opinión, es en ese órgano donde se deben solucionar los conflictos en torno a la asistencia sanitaria entre zonas limítrofes.

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