Representantes de la mayor�a sindical comparecieron ayer, acompa�ados por diferentes organismos y colectivos, para anunciar una manifestaci�n nacional el 4 de febrero en contra de los recortes que est�n aplicando las instituciones al hilo de la crisis y que en los �ltimos a�os han ocasionado una mayor desigualdad y pobreza. El lema de la movilizaci�n, que apela a la defensa de los derechos de la clase trabajadora y del conjunto de la ciudadan�a, es elocuente y l�gico, porque esos recortes no son solo econ�micos, sino que afectan tambi�n al �mbito de los derechos laborales y sociales.

Desde que la onda expansiva del estallido de la burbuja financiera estadounidense golpeara de lleno a nuestra econom�a, las condiciones de la clase trabajadora no han hecho m�s que empeorar, no tanto como consecuencia directa de la crisis como por las medidas adoptadas por los gobiernos e instituciones internacionales para rescatar a sus causantes. En este sentido, los ciudadanos y ciudadanas, adem�s de soportar el coste de la pol�tica depredadora de los grandes centros financieros, asisten ahora al desmantelamiento de los servicios p�blicos m�s esenciales por la dolosa actuaci�n de unas instituciones rendidas al capital y que, con otra recesi�n a la vuelta de la esquina, ya ni siquiera pueden arg�ir que as� �incentivan� la econom�a.

La manifestaci�n del d�a 4 en Bilbo debe ser una respuesta contundente a una pol�tica injusta, que favorece a los poderes econ�micos y que est� condenando a la precariedad, la marginaci�n y la pobreza a capas cada vez m�s amplias de la poblaci�n. La sociedad vasca ha protagonizado en los �ltimos tiempos importantes movilizaciones en contra de la gesti�n que los poderes p�blicos y financieros han hecho de la crisis, y debe perseverar en esa v�a. Es necesario para hacer frente a los recortes, y para que emerja una alternativa que cambie de ra�z los planes de quienes siguen haciendo negocio a costa de los trabajadores y trabajadoras.