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Anjel Ordóñez Periodista

Cuando la ciencia escuece

Esta semana se presenta como determinante para Escocia. Si se cumplen las previsiones, mañana, miércoles, el ministro principal, Alex Salmond, hará público el plan que ha diseñado para preguntar a los escoceses acerca de algo solo tan sencillo como relevante: el sistema que regirá su futuro político. Un asunto en el que, por lo menos en el ámbito de las formas y salvo excepciones, ingleses y escoceses están caminando por la senda del respeto. Y si la lógica política define las posiciones (más o menos distantes entre sí) de cada cual acerca de una hipotética apuesta por la independencia en la consulta, al menos desde fuera se aprecia un entendimiento básico entre Londres y Edimburgo sobre un aspecto esencial: el respeto a lo que decida la ciudadanía. A partir de ahí, cada cual se esfuerza por arrimar su sardina al ascua del cómo y el cuándo del referéndum, dos cuestiones nucleares, en opinión de los analistas. Pero, repito, todo esto cae dentro del cesto del legítimo juego político en una democracia.

Y para apreciar esto que digo, nada como un buen contrapunto. El diario «The Independent» ha desvelado los movimientos de la diplomacia española para interferir en el proceso escocés. Desde Madrid advierten de que se opondrán a una Escocia independiente en el seno de la Unión Europea y harán efectiva esta obstrucción a través del poder veto que ya ejecutaron en el caso de Kosovo. Así que mientras a quienes toca conducir el proceso optan por despojarlo de dramatismos, el reino que comanda el suegro de Urdangarín desnuda otra vez una mezquindad que recuerda a la de aquel ruin perro del hortelano.

En noviembre del pasado año este periódico informaba sobre las conclusiones de un interesante estudio matemático elaborado por la prestigiosa Universidad Carlos III de Madrid mediante una fórmula científica. Según el trabajo en cuestión, Euskal Herria y Escocia son las naciones europeas que más ganarían si se independizaran de los estados español y francés, y de Gran Bretaña, respectivamente. Un matiz de mi cosecha: Euskal Herria ganaría simplemente porque dejaría de perder, que es lo que hace ahora. La ciencia, muchas veces, escuece.

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