La UE acuerda aplicar un embargo gradual sin precedentes al crudo iraní
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea sellaron ayer la puesta en marcha de un embargo gradual y «sin precedentes» a las importaciones de petróleo procedentes de Irán, así como sanciones a su Banco Central con el pretexto de cortar posibles vías de financiación a su programa nuclear y de aumentar la presión sobre Teherán para que se siente a negociar con la llamada comunidad internacional.
GARA | BRUSELAS
Los estados de la Unión Europea acordaron ayer un embargo gradual a las importaciones de crudo de Irán y una congelación de los activos del Banco Central, para forzar a Teherán a frenar el desarrollo de su programa nuclear.
Cuando resta poco más de un mes para las elecciones al Parlamento iraní, previstas para el 2 de marzo, y en un evidente intento de condicionarlas, los ministros de los Veintisiete dieron luz verde al acuerdo que prohíbe de forma inmediata la firma de nuevos convenios petroleros con Irán, da un periodo de transición para poner fin a los ya existentes, que se extenderá hasta el 1 de julio, para dar a los estados más dependientes tiempo para encontrar alternativas, y veta las exportaciones a la República Islámica de equipos usados en la industria petrolera y nuevas inversiones en compañías del sector.
Irán vende el 20% de su petróleo a estados de la Unión Europea (UE), como Grecia, Italia y el Estado español, mientras que para el conjunto de los Veintisiete las importaciones del crudo iraní representan en torno a un 5% del total. Se prevé que otros países productores del Golfo tomen el relevo de Irán en el abastecimiento de los países europeos.
La mayoría de las ventas de la República Islámica tienen como destino Asia, por lo que la UE y EEUU tratan, en paralelo, de convencer a países asiáticos como India de que reduzcan sus importaciones de petróleo iraní.
El acuerdo fue posible tras vencer las reticencias de Grecia, que obtiene el crudo iraní en condiciones muy ventajosas y pedía un año para comenzar a cortar puentes con Teherán. Teniendo en cuenta la grave crisis de su deuda soberana, Grecia corre el riesgo de que sus nuevos proveedores le exijan garantías financieras que Teherán no le pedía.
Según señalaron fuentes diplomáticas a Efe, el resto de socios comunitarios dieron a Grecia «garantías políticas» de que se negociará con otros proveedores para mantener el suministro en condiciones parecidas. Además, accedieron a revisar el embargo antes del 1 de mayo, aunque para modificar la medida sería necesaria la unanimidad, lo que hace casi imposible una marcha atrás.
Al embargo a las importaciones de crudo iraní se sumaron ayer otras sanciones financieras. La UE decidió congelar los activos en Europa del Banco Central iraní y de otras ocho entidades y empresas del régimen y bloquear parcialmente las transacciones con el Banco Central, en concreto las relacionadas con el programa nuclear.
«Legítimo y pacífico»
La UE confía en que las sanciones recorten las posibilidades de financiación del programa nuclear iraní y convenzan al régimen para que acceda a dialogar con la llamada comunidad internacional. Al respecto, los ministros comunitarios defendieron el carácter «legítimo y pacífico» del paquete de sanciones, aunque insistieron en que, no obstante, «el instrumento más importante es el diplomático».
En una declaración conjunta, Angela Merkel, David Cameron y Nicolas Sarkozy instaron a Irán a que «suspenda de inmediato sus actividades nucleares sensibles» y agregaron que las sanciones se revocarán si «Irán se compromete a participar seriamente en negociaciones de fondo sobre su programa nuclear».
EEUU manifestó su satisfacción por el acuerdo de embargo que, según Washington, demuestra el compromiso de sus aliados para impedir que Irán consiga la bomba atómica.
También el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se felicitó por el embargo de la UE a los productos petroleros iraníes al asegurar que es «un paso correcto en la dirección correcta».
Por contra, Rusia denunció las «sanciones unilaterales» y señaló que el embargo es «una política profundamente errónea» y una «presión sin disimulo, una imposición que muestra la voluntad de castigar a Irán por su comportamiento intransigente».
El embargo al crudo iraní acordado ayer por la UE es «injusto» y está «condenado al fracaso», aseguró el portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Ramin Mehmanparast. Diputados y otros responsables políticos también denunciaron la decisión, afirmando que es inaplicable y solo encarecerá el crudo.
«La amenaza, la presión y las sanciones injustas (...) están condenados al fracaso y no van a impedir que Irán tenga sus derechos» en el ámbito nuclear, señaló Mehmanparast, quien recordó, además, que «la necesidad de energía a largo plazo en el mundo es tal que no se puede sancionar a Irán, que tiene la segunda reserva mundial de gas y la cuarta de petróleo.
En la misma línea, Ali Adiani, miembro de la Comisión de Energía del Parlamento iraní, afirmó que «las sanciones contra las exportaciones petroleras de Irán sirven solo a los políticos estadounidenses y europeos (para hacer propaganda) y no tendrán efecto sobre la economía iraní», que tiene otros compradores, pero sí sobre Europa y EEUU debido al alza del precio.
Otro miembro de esta comisión, Hassan Shabanpour, afirmó que Arabia Saudí no podrá compensar el petróleo iraní a los importadores europeos contrariamente a lo que cree la UE.
El exministro de Inteligencia Ali Falahian instó a tomar represalias y sugirió «poner fin a las exportaciones de petróleo (a Europa) antes de seis meses (plazo previsto para la aplicación del embargo) para hacer subir los precios y desbaratar los planes de los europeos».
El exministro del Petróleo iraní Kazem Vaziri Hamane aseguró que los grandes consumidores de petróleo iraní como Corea del sur, China, Japón e India no se sumarán al boicot. GARA
La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) confirmó ayer la visita de sus inspectores a Irán, entre el 29 y el 31 de enero, con el objetivo de «resolver todas las cuestiones importantes» que están en suspenso sobre su programa nuclear.
