Nadar para morir ahogado. Algo así es lo que le sucedió la noche del domingo al Athletic. Acarició la orilla y pereció cuando ya la atisbaba. Como casi siempre sucede en el Bernabéu. Qué es un partido de los bilbainos en el coliseo blanco sin algún penalti en contra de por medio; qué es un partido de los leones en el viejo Chamartín sin un expulsado propio; qué es un partido del Athletic en casa del Madrid sin salir goleado aún sin merecerlo.

El Athletic ha encajado hasta cinco goles de penalti en las tres últimas visitas ligueras a los merengues, tres partidos saldados con goleadas, 5-1, 5-1 y 4-1. La temporada pasada, Sergio Ramos y el propio Cristiano Ronaldo fueron los autores de materializar sendas faltas máximas, mientras en la campaña precedente Ronaldo también abrió el marcador de penalti, justo después de que fuese expulsado Fernando Amorebieta.

Como entonces, el domingo también resultó expulsado Óscar de Marcos -que no podrá estar ante el Rayo- y es que el Athletic ha sufrido un total de cuatro expulsiones en las últimas seis visitas al Bernabéu. Dos de esas cuatro tarjetas rojas las ha visto Amorebieta y las otras dos fueron la última de De Marcos y una de Aritz Aduriz en la temporada 2006-2007.

Malestar más que entendible en la afición rojiblanca, aunque con el buen sabor dejado por el equipo. A ello se refirió ayer uno de los mejores el domingo, Javi Martínez, que invitó a «sacar cosas positivas y aprender de los errores». Entre las primeras, «la garra» y el «tú a tú al Madrid en su casa». Armas que bien pueden valer en la Copa.

Los jugadores preparan la vuelta copera en Mallorca y lo hacen ayer y hoy en Madrid. No será hasta la tarde cuando partan rumbo a Palma. Una eliminatoria que «nos puede permitir acceder a una semifinal de Copa, que para la institución, la afición, nosotros, para todos es algo que nos enorgullece muchísimo y tenemos que salir allí sin pensar que ganamos 2-0, y salir a ganar como salimos siempre. Seguro que el equipo va a salir mentalizado», prometió el de Aiegi. La lección la tienen bien aprendida: «Ir a por el partido, porque saben que con el 0-0 no están clasificados y van a salir a marcar algún gol». Su compañero Iraizoz le secundó: «Tenemos que ser fieles a nuestro estilo y con la misma intensidad ir a por la victoria».