Martxelo Díaz Periodista
Campeones del cinismo
Reconozco que el pasado día de San Sebastián fue uno de los que mejor me lo he pasado desde hace muchos años. Y eso que el sábado se me ocurrió ir a Anoeta a ver la inoperancia de la Real ante el Atlético de Madrid y el engominado Muñiz Fernández. Ese y el de la tamborrada infantil fueron los únicos lunares. En cualquier caso, el balance no puede ser más que positivo. Como dijo el alcalde de Donostia, estoy «encantado».
Por eso, no salgo de mi asombro cuando leo que la oposición municipal acusa a Bildu de manipular la izada. El PSE tiene los arrestos de decir que el equipo de gobierno blindó el primer piso del edificio municipal de la plaza de la Constitución para que solo entrasen personas afines a Bildu, algo que ya ha sido desmentido por el alcalde, que ha destacado que electos de todos los grupos estuvieron en la planta superior, algo que no se había producido hasta ahora.
Y es que no se puede ser más cínico. ¿Cómo puede el PSE acusar a nadie de blindar nada cuando en los tiempos del odonato la antigua Biblioteca estaba cerrada a cal y canto para evitar cualquier manifestación popular? A ellos sí que les gustaba una fiesta blindada para gusto y satisfacción de un alcalde en extremo personalista. Pero si hasta mandaban a los municipales para evitar que los concejales abertzales desplegasen la ikurriña, olvidando que la izada de 1977 fue la primera en la que se pudo mostrar la tricolor de manera oficial después del franquismo. ¡Qué poca memoria histórica tienen algunos!
Ahora saltan con que les gusta más el modelo de Iruñea, en el que se van turnando los representantes de los distintos grupos municipales para prender el cohete, con alguna triquiñuela que otra para saltarse el turno abertzale. ¿Por qué no se les ocurrió tan brillante idea en los veinte años en los que Odón Elorza fue alcalde de ordeno y mando?
Al menos no han protestado porque la presencia de la mujer en la izada y en la arriada fue destacada. Fue un nuevo paso en la consecución de unas fiestas populares, participativas e igualitarias tras los dados en Aste Nagusia.