El Ibex no pudo conquistar de nuevo los 8.600 puntos, aunque terminó distanciado de los mínimos del día. Hoy comenzará desde los 8.555,40 puntos, tras ceder un 0,42%. En Europa, también se impuso el color rojo, salvo en Fráncfort (+0,04%). Por su parte, París bajó un 0,31%, y Londres, un 0,50%. No obstante, el panorama no varió un ápice desde la jornada anterior y todos los inversores tratan de justificar sus movimientos en relación a la próxima cumbre europea. Por ahora, está sin resolver la quita de la deuda griega por parte de los acreedores privados y el reglamento regulador del control de los presupuestos de los estados europeos. En EEUU, como sucede desde hace meses, las preocupaciones se centran en potenciar el crecimiento, todavía débil, y dotar de respaldo financiero suficiente a través de los propios tipos de interés, que se mantienen entre el 0% y el 0,25%. Al cierre de los mercados se esperaban las palabras de Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, sobre el estado económico de EEUU y su proyección de futuro a la luz de los últimos datos. En el Ibex, los pesos pesados, excepto Santander (+0,65%), colaboraron en su caída. Iberdrola y Repsol cedieron más de un 1%, mientras que Sacyr (-2,89%) fue el más perjudicado. La lista de subidas tuvo a Abertis (+1,53%) y Ebro Foods (+0,87%) en los primeros lugares. En París, las mayores pérdidas correspondieron a Alcatel-Lucent (-6,79%) y Vallourec (-3,02%). Por detrás, Société Générale, ST Microelectronics y Air Liquide, con cesiones superiores al 2%. Technip (+2,92%) encabezó a los ganadores.