Cientos de milicianos de Al Qaeda se retiraron de la localidad de Radda, en el centro de Yemen, a cambio de la creación de un consejo para gobernar la ciudad y de la excarcelación de varios de sus compañeros, según informaron ayer fuentes tribales implicadas en las negociaciones.

Radda, una localidad de la provincia de Baitha situada a unos 170 kilómetros al sureste de Sana, fue ocupada en la noche del 14 al 15 de enero por una milicia islamista liderada por Tareq al-Dahab, familiar del estadounidense Anwar al Aulaki, a quien Washington acusaba de jugar un papel destacado en Al Qaeda en Yemen y muerto el año pasado en un ataque de un avión no tripulado.

Durante la negociación con los dirigentes tribales, Al-Dahab reclamó la formación de un consejo que gobierne la ciudad mediante la aplicación de la ley islámica y la puesta en libertad de varios presos, incluido su hermano Nabil -entregado a Yemen tras ser detenido por las autoridades sirias cuando regresaba de Irak-.

«En los términos del acuerdo, el líder del grupo debe retirar a sus hombres de la ciudad y trasladarse a una zona rural alejada de la ciudad a la espera de que los efectivos de Al Qaeda sean liberados de la prisión central de seguridad», declaró en la noche del martes Ahmed al Kalz.

Jaled al-Dahab, hermano de Tareq al-Dahab, afirmó que tanto Nabil como otros cuatro milicianos fueron excarcelados ayer mismo, día en que entraba en vigor el acuerdo.

Los residentes de Radda festejaron la salida de los milicianos con disparos al aire. «Nuestra ciudad ha sido capaz de evitar la guerra y el caos», manifestó a AFP vía telefónica Faisal al-Riachi. «La vida vuelve a la normalidad, la gente está empezando a abrir sus tiendas», señaló otro residente, identificado como Aref al-Amri.

Hombres armados de las tribus retomaron el control de los edificios desalojados por Al Qaeda, a excepción de la histórica ciudad fortaleza, que fue puesta bajo vigilancia de la Guardia Republicana, un cuerpo de élite del Ejército yemení.

Según indicó un funcionario de la región, Ahmed Kalaz, los combatientes de Al Qaeda se replegaron a Al-Manasah, a 30 kilómetros al sureste de Radda, lugar de nacimiento de Tareq al-Dahab y bastión familiar.

La salida de Al Qaeda se produjo un día después de que el presidente Ali Abdullah Saleh abandonara Yemen para recibir tratamiento médico en Estados Unidos, lo que ha disparado los rumores de que estaba detrás de la expansión de Al Qaeda.