Novak Djokovic, Rafael Nadal, Roger Federer y Andy Murray, los cuatro gigantes que dominan el tenis mundial, coparán de nuevo las semifinales del Open de Australia. Djokovic, número uno mundial, y Murray, número cuatro, se clasificaron en la jornada del miércoles y jugarán mañana la revancha de la final del año pasado, con triunfo para el serbio. Es la segunda vez consecutiva que los cuatro primeros del ránking mundial entran en el cuadro final de un Grand Slam. Y la tercera vez en los cuatro últimos grandes.

David Ferrer, el número cinco, es el que mejor conoce esa estadística. Como de costumbre, el español lo dio todo en su batalla contra Djokovic, al que hartó con sus insistentes golpes. El serbio llegó a titubear, particularmente en el segundo set que duró una hora y 16 minutos y donde dio la impresión de haberse lesionado en el muslo izquierdo. Pero el número uno no cedió y firmó un resultado final de 6-4, 7-6 (7/4) y 6-1 que no hace justicia al buen partido de Ferrer. «El Top 4 es otro nivel», acabaría reconociendo.

Los aparentes signos de debilidad de Djokovic serán un estímulo para Murray, que llega muy fresco a semifinales después de ganar fácilmente (6-3, 6-3, 6-1) al japonés Kei Nishikori, número 24 del mundo y gran revelación del torneo. Aunque nunca haya ganado un grande, será la tercera semifinal consecutiva de Murray en Australia.

En chicas, tres de cuatro

Aunque el Top 4 femenino está lejos de ser tan dominante como el masculino, tres de ellas estarán en las semifinales de hoy. La rusa María Sharapova, número 4, eliminó ayer a su compatriota Ekaterina Makarova por 6-2 y 6-3, y se enfrentará a la checa Petra Kvitova, número dos, que se deshizo de la italiana Sara Errani por un doble 6-4. Clijsters y Azarenka se miden en la otra rama.