Merkel y Soros exponen en Davos dos recetas diferentes para tratar la crisis del euro
El Foro Económico Mundial de Davos (Suiza) se inauguró ayer con dos visiones contrapuestas acerca de cómo afrontar la crisis del euro. Frente a la apuesta por la austeridad de Angela Merkel, el financiero George Soros criticó la falta de planes de estímulo.
GARA | DAVOS
La canciller alemana, Angela Merkel y el multimillonario financiero George Soros fueron dos de los principales protagonistas de la jornada inaugural del Foro Económico Mundial, que cada año reúne en la localidad suiza de Davos a buena parte de la denominada «élite económica y política».
Son unas 2.600 personas las invitadas al evento fundado hace ya varias décadas por el suizo Klaus Schwab, quien aseveró que durante estos días Davos es «el sanatorio del mundo», en alusión a su pasado como villa balnearia a la que acudían personas adineradas para tratarse sus enfermedades como la tuberculosis.
No opinan lo mismo acerca de sus capacidades para mejorar la salud de la economía mundial sus opositores, que ayer se manifestaron en las inmediciaciones de su sede ante la vigilancia de 5.000 soldados y cientos de polícias.
Dentro del edificio, Angela Merkel centró su intervención en la actual situación de la Unión Europea y defendió que sus integrantes deben estar dispuestos a «ceder más competencias» para garantizar el futuro del proyecto ante la sombra de la crisis de endeudamiento soberano y la amenaza de recesión económica.
La canciller resaltó que la crisis financiera y económica internacional ha agudizado los problemas estructurales de Europa, que no habrían surgido con la rapidez que lo han hecho si se hubiera producido una evolución continuada y que han conducido a una pérdida de confianza en el continente y, en especial, en la zona del euro.
Opinó que en el futuro la Comisión Europea (CE) funcionará como un Gobierno central, y se mostró confiada de que «casi todos los países europeos estén en el euro, no todos pero sí casi todos».
La canciller alemana instó a algunos estados europeos a mejorar su competitividad, al mismo tiempo que se involucró en mantener el principio de solidaridad en Europa y garantizó el compromiso de Alemania para salir de la crisis, aunque advirtió del peligro de sobrecargar a su país en el saneamiento de la zona del euro.
En este sentido, Merkel explicó que se opone a que Alemania contribuya más a la superación de la crisis, ya que, pese a que la mayor economía de Europa es «grande y fuerte», no puede prometer cosas que al final no va a cumplir. Ese fue su argumento para rechazar el incremento de los fondos de rescate, al estimar que es algo que no es sostenible ni creíble.
Merkel también aludió a la disposición de la eurozona y de EEUU para trabajar sobre la creación de una zona de libre comercio transatlántica que actualmente no existe, si bien reconoció que es algo que llevará tiempo.
Los recortes y las tensiones
La réplica llegó por voz del multimillonario estadounidense de origen húngaro George Soros, muy crítico con el papel de Alemania y que subrayó que los recortes presupuestarios y las reformas estructurales por sí solas no serán la solución, sino que «generarán tensiones económicas y políticas que pueden destruir la UE».
Soros consideró que la situación actual deja a los miembros más débiles de la zona euro «relegados a la situación de países del tercer mundo altamente endeudados en divisa extranjera», y defendió como solución que se permita a Italia y al Estado español que refinancien su deuda emitiendo Letras del Tesoro a una tasa «en torno al 1%» para reducir de manera instantánea el elevado pago de intereses.
«Son necesarios planes de estímulo, sin los cuales el euro es actualmente contraproducente e insostenible a largo plazo», añadió. El antiguo tiburón financiero, ya retirado y a quien se calcula una fortuna superior a los 10.000 millones de euros, fue muy crítico con los mandatarios europeos actuales, a los que acusó de «aferrarse al statu quo», así como a tratados y leyes que el tiempo ha convertido en obsoletos.
Los copresidentes del Foro de Davos destacaron en la rueda de prensa inaugural que la principal prioridad para los próximos diez años es la creación de empleo y remarcaron que el desempleo fue una de las causas de las recientes tensiones en el norte de África.
La revista «Corporate Knights» dio a conocer ayer en Davos su lista de «las 100 empresas más sostenibles del mundo». Encabeza la lista la farmacéutica danesa Novo Nordisk, especializada en tratamientos contra la diabetes. La eléctrica Iberdrola ocupa el puesto 55.