El alcalde de Etxarri-Aranatz, Joxi Bakaikoa, ha denunciado haber sido víctima de una agresión por parte de un constructor local, David Lizarraga, a raíz de una licencia irregular para unas obras que fue concedida cuando gobernaba NaBai en la localidad. Los hechos sucedieron el pasado 25 de enero por la mañana, cuando el empresario David Lizarraga agarró por la ropa al primer edil y, según una nota remitida a este periódico, le insultó y profirió amenazas contra él. La denuncia fue interpuesta en las dependencias de la Policía Foral de Altsasu.

La disputa está vinculada con la denegación de un permiso de obras al constructor por parte del Tribunal Administrativo de Nafarroa (TAN). Al parecer, el Ayuntamiento concedió una licencia a TDH Lizarraga para la construcción de un edificio de seis viviendas en la calle Mundiño. Posteriormente, esta licencia fue recurrida por un grupo de vecinos de la localidad, ya que no cumplía con la normativa. El fallo del TAN ha anulado el permiso, puesto que el edificio que se pretendía construir superaba la altura máxima (8,6 metros) y el proyecto contiene algunos errores menores, porque la cumbrera y el alero no transcurren de forma paralela a la calle. Esta sentencia se conoció hace dos semanas.

Por la ropa y zarandeado

Al parecer, Lizarraga se personó en el Ayuntamiento de la localidad el pasado día 25, sobre las 10:30 del mediodía. El constructor solicitó audiencia al alcalde, quien le invitó a pasar al interior de su despacho. La conversación comenzó con este pleito y se fue acalorando hasta que Lizarraga «se levantó agresivamente y cogió al denunciante por la ropa, a la altura del pecho». Una vez agarrado el alcalde, el constructor habría zarandeado al alcalde violentamente «contra el mobiliario del despacho, mientras lo insulta y lo amenaza gritando».

En ese momento, siempre según el texto de la denuncia ante la Policía Foral, los gritos y los ruidos del forcejeo alertaron a las trabajadoras que en ese momento se encontraban en el Ayuntamiento. Estas empleadas, al abrir la puerta, pudieron observar cómo Lizarraga se separaba del alcalde y, en un arrebato de rabia, tiraba al suelo de un manotazo todos los papeles y documentos que había sobre la mesa de su despacho.

En cuanto al conflicto por la licencia, el Ayuntamiento de Etxarri-Aranatz valora que la sentencia del TAN ha probado que el actual Plan de Urbanismo deja un margen de interpretación demasiado amplio. «Este juicio es referencial» para el tipo de política urbanística que se quiere para el pueblo, han señalado desde el consistorio. A su juicio, hasta ahora se potenciaba demasiado el cemento y la construcción excesiva, algo que desde el nuevo ayuntamiento se quiere frenar, por lo que se ha comprometido a tomar medidas para que no vuelvan a concederse licencias dudosas.

Desde el Ayuntamiento de Etxarri-Aranatz ya se adelanta que hay un grupo de técnicos que están trabajando para elaborar un nuevo marco que dirija y normalice las construcciones, mediante la elaboración de un nuevo Plan de Urbanismo, donde se eviten episodios como el ocurrido el día 25, pero también la aprobación de desmanes con el ladrillo y el cemento.