La dirección de Kutxabank (BBK) en Bilbo aplazó al lunes la respuesta a la propuesta que Amaia Goikoetxea ha realizado para poder seguir habitando el piso que adquirió cuando se casó. Divorciada y con un hijo de cinco años a su cuenta, explicó que no puede hacer frente al pago de la hipoteca.

GARA ha conocido que el presidente de Kutxabank, Mario Fernández, informó de que BBK renegoció el año pasado 2.353 hipotecas que no se podían pagar. Es un volumen muy elevado. Ayer la plataforma Stop Desahucios se concentró en apoyo de Amaia Goikoetxea y su hijo, pero no fueron atendidos por la dirección y fueron expulsados de las oficinas de Gran Vía. En principio, el próximo 3 de febrero en el Juzgado de Barakaldo se ejecutará la hipoteca. Marta Urrutia, portavoz de la plataforma Stop Desahucios, explicó ayer ante las oficinas de BBK en Gran Vía que «han citado a Amaia este próximo lunes a las 8.30 de la mañana para contestarle a su propuesta de pagar un alquiler social en la vivienda que ella compró, pero que no será suya. La propuesta la hicimos hace tiempo, pero están esperando al último minuto». La afectada, Amaia Goikoextea, reconoció la gravedad de la situación «porque me puedo quedar en la calle con un hijo de cinco años. Me tienen en ascuas, yo quiero pagar un alquiler social y que parte de esa cantidad sirva para ir pagando la hipoteca, pero tengo que vivir en algún sitio», precisó.

En la concentración de Bilbo se citaron miembros de Bildu de las Juntas Generales en apoyo de quienes van a ser desahuciadas y también acudieron representantes de LAB del sector financiero y de Equo. Todos ellos rechazaron las ejecuciones hipotecarias y se solidarizaron con las afectadas.

Bildu recordó que desde el estallido de la crisis y el aumento del desempleo «7.379 familias han perdido su vivienda en Hego Euskal Herria». La formación independentista explicó que «es inadmisible e injusto» que las consecuencias de la crisis «recaigan sobre la parte más vulnerable del contrato hipotecario», mientras que las entidades financieras «reciben ayudas millonarias que siguen generando miles de millones de beneficios anuales».

Bildu exigió a Kutxabank que paralice las ejecuciones hipotecarias, mientras que encuentra una solución real. «Vamos a trabajar para que el banco local Kutxabank no ejecute desahucios y renegocie hipotecas»