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NUEVO TIEMPO EN EUSKAL HERRIA

López plantea en Moncloa el acercamiento y la legalización

El lehendakari dice ver al presidente español «receptivo», pero el Gobierno del PP corre a matizar que no piensa hacer cambios en su política carcelaria. Patxi López traslada a Mariano Rajoy su preocupación por que «no deberíamos permitirles que ganen la batalla política»

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Alberto PRADILLA | MADRID

El lehendakari, Patxi López, considera que el Gobierno español tendrá que dar pasos en materia penitenciaria ante la nueva fase abierta en Euskal Herria tras el cese de la actividad armada de ETA. López se reunió ayer en Moncloa con el presidente español, Mariano Rajoy, a quien planteó dos medidas concretas: el acercamiento «paulatino» de los presos políticos vascos y la revisión de las penas de los prisioneros que padecen graves enfermedades. Además, defendió la legalización de la izquierda abertzale y reivindicó que el gabinete que lidera Rajoy actúe en clave de Estado a la hora de afrontar la resolución del conflicto.

«Le he visto, por lo menos, receptivo». Así se refirió López a la actitud mostrada por Rajoy ante su petición de que el Gobierno español realice avances en política penitenciaria. El lehendakari está convencido de que «antes o después», el Ejecutivo del PP tendrá que mover ficha hacia los presos políticos vascos. «Mi sensación es que asumirá esto como lo que es, un asunto de Estado», señaló, para considerar que pasos en esta materia podrían servir «como consolidación del nuevo tiempo». En su opinión, los dos primeros gestos que podría adoptar el Gobierno de Rajoy son el «acercamiento paulatino» de los prisioneros y la «revisión» de las condenas de los que sufren enfermedades graves, a quienes debería de concederse el tercer grado.

Eso sí, López acotó las medidas al ámbito individual, descartando una amnistía. Como viene siendo habitual, enmarcó las posibles iniciativas dentro del marco legislativo español que, según aseguró, «es muy garantista y generoso», y se mostró partidario de facilitarlas desde su propio Ejecutivo. En su opinión, las medidas que puede adoptar el Gobierno español «están todas en la ley» y rechazó que su aplicación suponga premios o flexibilidades al margen de las normas. Además, abogó por hacer «pedagogía» y señaló que el acercamiento y la legalización son solo algunas de las «muchas cosas» pendientes. «Hace falta política de Estado y una parte de ella es la política penitenciaria», afirmó

López compareció solo tras su reunión con Rajoy y no quiso profundizar más sobre la receptividad del jefe del Ejecutivo español hacia estas demandas. No obstante, fuentes de Moncloa señalaron posteriormente que ambos gobiernos están de acuerdo «en lo fundamental». Estas mismas fuentes matizaron que la opinión de los conservadores sobre la política penitenciaria «ya es conocida» y que, por el momento, no va a ser modificada. Además, respondieron al llamamiento del lehendakari, que instó a actuar con visión de Estado, y señalaron que se reunirán tanto con Lakua como con algunos partidos vascos. Según esta versión, el Ejecutivo de Rajoy tendrá encuentros con PSE, PNV y PP para abordar la situación política que se vive en Euskal Herria.

Legalización de Sortu

La legalización de la izquierda abertzale fue otra de las demandas lanzadas por López. En este sentido, el lehendakari consideró que esta medida serviría para poner fin a la «paradójica» situación de que este sector social esté ya presente en las instituciones a través de Bildu y Amaiur. «Si toda la vida hemos estado pidiendo a ese mundo que abandone la violencia, que corte cualquier ligazón con la violencia y se integren en democracia, ¿por qué les ponemos los muros cuando empiezan a dar pasos?», señaló.

Estos planteamientos provocaron una insistente batería de preguntas por parte de los periodistas. Incluso uno de ellos llegó a plantearse si el lehendakari se había acercado a los postulados de la izquierda abertzale. «Son respuestas a lo que necesita» Euskal Herria, puntualizó. Otro informador cuestionó una legalización sin «condena» de la actividad armada de ETA. «¿En qué artículo de la Ley de Partidos aparece la condena como requisito?», se preguntó López, quien recordó que la izquierda abertzale es una realidad social en Euskal Herria y que gobierna cientos de ayuntamientos, así como la diputación de Gipuzkoa.

Sobre esta cuestión, el lehendakari indicó que, a pesar de haber estado sobre la mesa, será el Tribunal Constitucional quien tenga la última palabra y descartó que un presidente «pueda interferir» en sus determinaciones. No obstante, se aferró al mensaje de que la exclusión política beneficia el «victimismo» de la izquierda abertzale y apeló al decálogo presentado en el Parlamento de Gasteiz como base para la reconciliación.

López quiso lanzar un mensaje de cohesión hacia el Gobierno del PP, aunque matizando que un eventual Ejecutivo del PSOE habría puesto en marcha las mismas medidas «quizás a diferentes ritmos». Sin embargo, sus palabras contradijeron en varios momentos ideas lanzadas por líderes conservadores. La irreversibilidad del proceso es una de ellas. Según señaló ayer, tanto Rajoy como él comparten la idea de que esta situación «no tiene vuelta atrás», algo que choca con opiniones lanzadas esta semana, por el ministro de Interior.

«Que no ganen la batalla»

El lehendakari trató de vender una victoria sobre ETA que vinculó a jueces, policías, gobiernos y la «resistencia» unionista, calificando de «escenografía» el acto del Palacio de Aiete, que contó con la presencia de significativas figuras internacionales como Kofi Annan. Sin embargo, ante la nueva situación demostró no tenerlas todas consigo. «No debiéramos de permitir que ganen la batalla política», aseveró López, que se mostró partidario de políticas basadas en la «memoria, verdad y justicia» para evitar lo que en su opinión constituyen «relatos fraudulentos» sobre el conflicto. En este sentido, defendió la legalización de la izquierda abertzale para evitar «hacerle la campaña», en referencia a los éxitos electorales de Bildu y Amaiur.

La Comisión Internacional de Verificación (GIV) también fue mencionada por López, que consideró que «la mejor verificación la hace la Policía». Finalmente, instó a ETA a «desaparecer» y a la izquierda abertzale a «asumir principios democráticos». Sin embargo, reconoció la importancia del momento político, destacando que Euskal Herria tiene un recorrido por delante y que, para ello, «hace falta hacer cosas».

Aralar pregunta a López cómo va a gestionar su decálogo

La portavoz de Aralar en el Parlamento de Gasteiz, Aintzane Ezenarro, anunció ayer que interpelará al lehendakari, Patxi López, en la primera sesión de control al Gobierno, sobre la gestión que pretende realizar del denominado «Acuerdo para la concordia'' que él mismo ha establecido como su «hoja de ruta para la paz». Ezenarro recuerda el decálogo que López presentó durante el pleno de política general del 29 de setiembre. Señala que «desde entonces no ha dejado de repetir que ese decálogo es precisamente su hoja de ruta». Sin embargo, Aintzane Ezenarro reprocha al lehendakari que «ni en aquel pleno de setiembre ni en los meses posteriores ni hasta el día de hoy ha concretado cómo piensa llevar a cabo ese acuerdo». Es más, tras el anuncio de ETA del cese definitivo de su actividad armada, López convocó una ronda con los partidos políticos y agentes sociales, «de la que tampoco ha hecho valoración alguna, y ni siquiera sabemos qué conclusiones sacó».

Por todo ello, la portavoz parlamentaria de Aralar interpelará al lehendakari para que aclare, tras volverse a negar a convocar una mesa de partidos, «cómo piensa llevar a cabo el acuerdo de la concordia y qué pasos piensa dar en esa dirección». GARA

lo que hará lakua

López defendió que su Gobierno puede trabajar en cuestiones «que no tienen por qué salir a la luz» en relación a una nueva política penitenciaria, defendiendo el concepto de «reinserción».

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