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SEGUNDA B Sestao River

Hambre acumulada de gol

Dos meses después de lesionarse, Oskar Martín espera reaparecer ante el Mirandés de Carlos Pouso, un técnico al que conoce bien.

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Amaia U. LASAGABASTER

Aptitud y actitud son imprescindibles, pero no suficientes. Para completar la fórmula del éxito también es necesaria la suerte, que puede manifestarse de mil y un maneras. Por ejemplo en un parte médico inmaculado. Es lo que le ha fallado en los últimos tiempos a Oskar Martín que, coincidiendo con su mejor momento, que le situaba como máximo goleador del Sestao River, cayó lesionado. Ha pasado poco más de dos meses, que se han hecho «larguísimos», pero el delantero guipuzcoano está de nuevo en condiciones de vestirse de corto.

Si se lo permiten Etxaniz y Barrón, que no han perdido el tiempo -«lo están haciendo francamente bien y para el equipo es buenísimo que sean muchos jugadores los que meten goles», asegura-, y salvo sorpresa, Martín regresará nada menos que ante el Mirandés de Carlos Pouso. Un técnico al que conoce bien y del que «no tengo más que buenas palabras. Fue mi entrenador en mi anterior etapa en el River. Era mi primer año en Segunda B y me dio toda la confianza del mundo. Aprendí mucho con él». Al final de aquella temporada 07/08 se separaron sus caminos.

El técnico recaló en el Eibar, donde no le acompañó la fortuna, y el jugador en Osasuna Promesas. «Como fue un buen año, me salieron varias cositas -explica-, pero esa opción me pareció la mejor. Y aunque no fue bien porque me lesioné muchísimo y no tuve continuidad, no me arrepiento». Un año y vuelta a hacer las maletas. Nuevo destino, Guijuelo donde, tras una mala primera vuelta, volvía a ponerse a las órdenes de Carlos Pouso. «Cuando cambiamos de entrenador, en el club me preguntaron por él y yo les dije que era el único que podía salvarnos. Y efectivamente, acabamos salvándonos». Pese a lo cual, Martín volvió a cambiar de aires. Y a separarse del técnico vizcaino. Este se fue a Miranda y el ariete a Alicante, donde le tocó sufrir el mal más habitual en el fútbol de hoy en día, los impagos -el Alicante, de hecho, fue descendido a Tercera por las dedeudas, pese a haber acabado la temporada en la novena plaza de su grupo-. «Fue una pena, porque era un equipo bonito, con mucha gente joven y las cosas nos iban bien. De hecho, pese a los problemas económicos, guardo un buen recuerdo».

Pero no se puede vivir del aire y el pasado verano tocaba volver a hacer las maletas. De nuevo con varias opciones en cartera, pero sin demasiadas dudas. «El River fue mi primer equipo en Segunda B, siempre me ha encantado jugar en Las Llanas...». Y además se cobra. «Claro, también hay que tenerlo en cuenta. Aquí lo que te dicen que te van a pagar, lo pagan. No es algo que ahora mismo pase en demasiados sitios», lamenta.

Soñar o no soñar

No cabe duda de que la decisión fue correcta, también en el ámbito deportivo. Salvando estos dos meses de parón forzoso, el jugador de Zumarraga está teniendo minutos y los ha aprovechado de cara a puerta -cinco goles en los trece partidos que ha jugado, ocho de ellos como titular-, contribuyendo a un rendimiento colectivo en el que tampoco cabe ningún pero.

Tanto que, pese a las dos derrotas consecutivas que ha encajado -Salamanca y Ponferradina-, el River ocupa la séptima plaza, a apenas cuatro puntos de la cuarta. Toda una sorpresa y no solo de puertas afuera. «Somos un equipo recién ascendido, sin demasiado presupuesto, muy renovado porque se mantiene poquita gente del año pasado... Es evidente que el objetivo era la permanencia e intentar sufrir lo menos posible, así que para nosotros también ha sido una sorpresa vernos ahí arriba». Pero es que la categoría «está muy igualada, mucho más de lo que se podía pensar, y prácticamente todos los partidos se deciden por la mínima. Cualquiera te puede ganar, pero nosotros también estamos viendo que podemos ganar a cualquiera y en cualquier campo». Aunque la igualdad no es la única explicación, claro. «La clave es el trabajo diario y lo que siempre ha tenido el River, apretar, pelear hasta el final, no dar un balón por perdido».

La fórmula resulta. Tanto como para pensar que el objetivo de la permanencia -se calcula en unos 45 puntos y, a falta de 14 jornadas, los verdinegros ya tienen 37- ya «es nuestro, tendría que pasar algo rarísimo» e incluso para permitirse soñar. «¿Por qué no? Puede ser peligroso soñar de primeras, pero una vez que has cumplido tu objetivo, y creo que nosotros no vamos a tener problemas para conseguirlo, ¿por qué no se va a soñar? Mejor tener esa motivación y acabar la temporada peleando por entrar en los primeros puestos, aunque al final no lo consigas, que estar en tierra de nadie sin nada en juego».

Opciones, evidentemente, hay. Y se supone que techo también, aunque Martín no sabe «dónde puede estar. Pero creo que el próximo mes o mes y medio -en las próximas seis jornadas, el cuadro sestaotarra se medirá, entre otros, a Mirandés, Real Unión y Alavés- sí nos va a marcar si acabamos peleando por estar arriba o nos quedamos en tierra de nadie».

El primer test llega nada menos que en Anduva. «Una pena que no les pilláramos un par de semanas antes, que parece que andaban algo más despistadillos con la Copa», sonríe el futbolista. Y es que todas las ayudas son pocas ante un «equipazo. No solo por la Copa, que quizá ha sido algo más anecdótico. Pero el año pasado ya hicieron una campaña muy buena, no subieron por poquísimo, y este año mantienen el mismo bloque y el mismo entrenador y además han hecho algún fichaje de calidad. Y encima en su campo...».

Complicado, sí, pero como dice el slogan, «impossible is nothing». «El Mirandés, como los demás, para ganar primero tiene que jugar. Y nosotros vamos a ponerlo todo para que no lo consigan». Incluyendo el hambre de gol acumulada tras dos meses de grada y enfermería.

La semana

Goleadores. Roberto Torres se mantiene al frente de la tabla de realizadores con 14 dianas. Tampoco baja el ritmo Diego Cervero (Logroñés), a un solo tanto del rojillo. Yuri (Ponferradina) es tercero, con once. Aunque el gran protagonista de la jornada es Iñaki Zarandona, autor de un hat-trick en la goleada del Amorebieta a la Gimnástica.

Kilómetros. Tras viajar a Sevilla con el primer equipo y regresar de madrugada, Ibai y Ruiz de Galarreta jugaron de inicio con el Bilbao Athletic ante el Salamanca. Ibai, además, anotó el primer gol rojiblanco.

Quirófano. Lo del Real Unión parece cosa de brujas. Mari Lacruz pasó por el quirófano la semana pasada y Hodei Mendinueta lo hará mañana.

Aplazados. El encuentro aplazado entre Salamanca y Amorebieta, correspondiente a la 21ª jornada, se disputará el próximo 28 de febrero. El de vuelta de cuartos de final de la Copa Federación entre Lemona y Tudelano, el próximo miércoles 22.

VIAJERO

Nacido en Zumarraga hace 27 años, Oskar Martín debutó en Segunda B con el River, de la mano de Carlos Pouso, tras pasar por Urola y Beasain. Después militó en Osasuna Promesas, Guijuelo y Alicante, antes de regresar a Sestao.

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