«Celebro el voto positivo del Parlamento sobre el segundo programa para Grecia. Es una expresión de la determinación que prevalece en el país para poner fin a la espiral de finanzas públicas insostenibles y pérdida de competitividad», declaró Olli Rehn, vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos.

«El voto de ayer -por el domingo- en el Parlamento es un paso adelante crucial hacia la aprobación del segundo programa (de rescate)» señaló Rehn para recordar, acto seguido, que confía en que «el resto de condiciones, incluyendo la identificación de medidas concretas por valor de 325 millones de euros, se completen de aquí a la reunión del Eurogrupo, que entonces podrá decidir sobre la aprobación del programa». El citado encuentro del Eurogrupo se celebrará mañana.

Además de la aprobación parlamentaria del plan de recortes y el ajuste adicional de 325 millones, el Eurogrupo exige como tercera condición a los líderes de los dos grandes partidos políticos griegos que expresen su compromiso inequívoco con el programa con el objetivo de garantizar que sus medidas se aplicarán gane quien gane las próximas elecciones.

No a la quiebra desordenada

Olli Rehn defendió que «la quiebra desordenada de Grecia sería un resultado mucho peor, con consecuencias devastadoras para la sociedad helena, especialmente para los más pobres, y tendría ramificaciones muy negativas, a través del efecto contagio y reacciones en cadena, sobre el conjunto de la economía europea».

El vicepresidente, tras condenar la «inaceptable violencia» que se produjo este domingo en Atenas, admitió la existencia de «tensiones tanto en Grecia como con sus socios» europeos. A su juicio, la corrección de los «graves desequilibrios que sufre la economía griega todavía exigirá tiempo y esfuerzo por parte de la sociedad griega».

«Las autoridades griegas y las fuerzas políticas deben ahora asumir plenamente -los ajustes- y defender el segundo programa, y luego aplicarlo plenamente, para garantizar el retorno del país a un crecimiento económico sostenible», afirmó. El titular de Asuntos Económicos insistió además en que Grecia ha vivido por encima de sus posibilidades durante una década y que, aunque el programa de recortes será «muy exigente, sentará las bases para corregir la situación».

Aplauso de Angela Merkel

La canciller alemana, Angela Merkel, aplaudió ayer la decisión del Parlamento griego y destacó que las medidas no son solo recortes, sino también «reformas estructurales». En la rueda de prensa que siguió a su encuentro con un grupo de expertos financieros, la máxima responsable del Ejecutivo alemán aseguró que no se pueden calificar de excesivos los ajustes en Grecia y apuntó que las reformas buscan «el ahorro y la mejora de las condiciones económicas».

«No se trata tan solo de ahorrar. Se trata también de introducir reformas estructurales», explicó la canciller ante las preguntas de los periodistas. Además, se mostró confiada de que Atenas pueda volver a financiarse en los mercados en 2020, cuando su deuda estatal se haya reducido desde el actual 160% del Producto Interior Bruto (PIB) hasta el 120%.

Previamente, el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, tras recordar que Alemania «apoya» completamente los nuevos ajustes griegos, apuntó que «no pretenden simplemente ahorrar y ahorrar, sino que se trata de reformas en todas las áreas que tienen como objetivo devolver a Grecia el crecimiento y la competitividad».

Seibert reiteró que Alemania,, quiere a Grecia dentro de la Eurozona e hizo referencia expresa de que la canciller Angela Merkel, no quiere de ninguna manera expulsar a este estado de la Unión Económica y Monetaria (UEM).