Tal día como hoy, pero de 2011, Osasuna anunciaba la contratación de José Luis Mendilibar como nuevo entrenador de la primera plantilla. El técnico de Zaldibar recalaba en la escuadra navarra para sustituir a un José Antonio Camacho que venía siendo muy cuestionado desde hacía tiempo -la victoria ante el Real Madrid frenó su salida- y cuyo cese se puso encima de la mesa a raíz de perder el equipo en el estadio de Anoeta, dejando además una paupérrima impresión en la hinchada.

El cambio fue drástico, en las formas y en el fondo. Mendilibar, un hombre directo pero también cercano, congenió de manera inmediata con la plantilla, a diferencia del de Cieza, muy frío en el trato con sus jugadores. El cambio en la relación con los futbolistas también se plasmó sobre el césped, con una inmediata reacción en el primer partido con el nuevo míster en el banquillo, goleando al Espanyol por 4-0.

La mitad de los puntos posibles. Desde que se hizo con las riendas, Mendilibar ha obtenido la mitad de los puntos que ha disputado, otorgando un grado de fiabilidad que hasta ese momento no tenía el equipo. Sumando la parte de la temporada pasada y lo que se lleva disputado de la presente, su bagaje acumula 56 puntos en 37 encuentros jugados, con un total de 15 victorias, 11 empates y otras tantas derrotas.

En sus inicios, intercaló una muy buena racha en la que obtuvo 13 puntos de 18 posibles -seis de ellos fueron gracias a dos victorias a domicilio consecutivas dejando en mal lugar a Camacho, que llevaba más de un año sin conseguir un triple fuera de El Sadar- con otra más negativa, en la que acumuló cuatro derrotas seguidas. Ello obligó a apretar los dientes en las últimas jornadas con victorias caseras agónicas ante Valencia y Sevilla, que valieron su peso en oro para lograr salvar la categoría.

A tiro de piedra de la permanencia. Sus cifras se mueven por parecidos parámetros en lo que se lleva de la 2011-12 -31 puntos en 22 envites-, lo que supone que la escuadra navarra se encuentre a tiro de piedra de su objetivo prioritario: conseguir la permanencia cuanto antes. A partir de ahí, el equipo no se pone ningún límite, de hecho en estos momentos se encuentra a un escaso punto de la última posición que da derecho a participar en la previa de la Champions League, una experiencia que ya se vivió en agosto de 2006, pero en cuya pugna y la de los dos puestos de Europa League va a haber con toda seguridad una fuerte competencia.

La trayectoria copera de Mendilibar, el otro torneo en el que la afición rojilla siempre deposita sus esperanzas tras jugar la final de 2005, fue exigua, consecuencia de la mala suerte que tuvo Osasuna al tocarle en el cuadro más difícil tras superar al Almería con claridad. El Barcelona, que a finales del mes de mayo jugará la final contra el Athletic, se cruzó en el camino y ya dejó sentenciada la eliminatoria en la ida.

Renovación del equipo. Para la presente campaña, Mendilibar se encontró además con la complicada obligación de renovar una plantilla que Camacho había convertido en la más veterana de la categoría. La mitad del once -en algunos encuentros más todavía- está compuesta por jugadores que no estaban el año anterior.

La remodelación comenzó en la portería -la apuesta era Riesgo, pero su lesión le ha dado alas a Andrés Fernández, totalmente consolidado- y siguió en los laterales, ambas bandas -Cejudo llegó en el mercado invernal de 2010- y la delantera, con la inclusión de Raúl García en el enganche y la presencia primero de Nino y ahora de Lekic.

La cantera vuelve a cobrar protagonismo. Y en esa labor por iniciar un nuevo proyecto la cantera ha recobrado su antiguo protagonismo, sin ser la participación de los promesas un mero gesto para la galería, sino confiando en las posibilidades de los que realmente tienen opciones de estar y ganarse un puesto entre la élite, ofreciéndoles oportunidades reales para codearse entre los más grandes.

Además del citado Andrés Fernández, Mendilibar no ha dudado en darle la alternativa a Satrustegi y Timor, siendo ambos futbolistas la actual punta de lanza del trabajo de Tajonar y una avanzadilla de cara a otro grupo de jugadores con futuro, como Roberto Torres, Raoul Cedric o Manuel.