Magna presenta su proyecto de mina en Zilbeti sin contar con los permisos
A pesar de que el proyecto de la mina de Antzeri, en Zilbeti, está recurrido en los tribunales por no respetar un espacio natural protegido y Baztan no ha autorizado la construcción de un túnel, Magna anunció ayer que tiene previsto comenzar a extraer mineral el año que viene.
Martxelo DÍAZ | IRUÑEA
La empresa Magnesitas Navarras (Magna) anunció ayer en Iruñea que comenzará esta misma semana los sondeos para la construcción del túnel de Zilbeti, que forma parte de su proyecto de mina abierta de Antzeri, de donde tiene previsto extraer magnesita entre marzo y mayo del año que viene.
A pesar de que sus promotores calificaron el proyecto de modélico, la mina de Antzeri, situada en un espacio natural protegido, todavía tiene que superar dos obstáculos para convertirse en realidad.
Por un lado, existe un recurso en el Tribunal Superior de Justicia de Nafarroa (TSJN), precisamente por ubicar una actividad minera en una zona natural protegida. El consejero delegado de Magna, Nicolás Gangutia, señaló ayer que «no puede haber absolutamente ningún problema desde el punto de vista jurídico».
Pero Magna tampoco cuenta con la autorización para excavar el túnel para transportar el material extraído de Antzeri. Para ello, necesita el permiso de dos ayuntamientos, el de Erroibar y el de Baztan, y el segundo de ellos se lo ha negado.
En la rueda de prensa de ayer estuvieron presentes alcaldes y presidentes de concejos favorables al proyecto (Erroibar, Esteribar, Eugi y Zilbeti) para visualizar que es «una obra con mucho futuro que cuenta con el apoyo de los habitantes de la zona y que se presenta bajo el paraguas de la legalidad y el respeto al medio ambiente», a pesar de que la mina cuenta con una gran oposición por parte de vecinos de estos valles, que consideran incompatible la explotación minera con actividades tradicionales como la ganadería y la agricultura o el turismo.
Gangutia volvió a justificar la necesidad de abrir una nueva mina para garantizar la continuidad de los 165 trabajadores que Magna tiene actualmente en su planta de Zubiri. Además, añadió que se crearán unos 50 empleos nuevos, diez de ellos directos.
Para ello, tienen previsto invertir más de 11 millones de euros, una cifra que se elevará a los 30 millones durante los 40 años de vida de la mina, de los que 25 millones se destinarán a «medidas ambientales y aportaciones sociales que van más allá de las legalmente exigidas por las administraciones públicas».
La apertura de la mina supondrá la tala de 15.000 hayas de entre 40 y 60 años. Magna tiene previsto plantar 19.000 «árboles y arbustos» en las 21,6 hectáreas de zona protegida en el monte Alduide que abarca el proyecto de explotación minera de Antzeri.
Entre los argumentos utilizados por Magna para intentar justificar que una mina es ecológica está el que «solo afectará al 0,23% de la superficide protegida» en el monte Alduide.