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RUGIDOS ROJIBLANCOS

¿Un camino de rosas?

Jabi LUACES Entrenador de fútbol

No quería dejar pasar la oportunidad de hablar sobre la Copa antes de aparcarla hasta mayo. En la mente de toda la familia rojiblanca estaba llegar a la final de Copa, el trofeo por excelencia del Athletic club y la forma más clara que tenemos de conseguir un título tal como está el fútbol en esta Liga, en la que Barça y Madrid, con sus presupuestos astronómicos, no dan opción al resto a ganar nada. Soy de los que gusta valorizar la consecución de objetivos de la gente o equipos, y me disgusta mucho ver cómo en el entorno del fútbol, incluso en el más cercano, se minusvalora el cómo accede el Athletic este año a la final de Copa. Flota en el entorno lo fácil que nos lo han puesto, pero ¿y el resto, no lo tenía igual de fácil que nosotros? El Athletic está en la final por su buen hacer, no por el mal hacer de otros.

Quizás el Valencia, Madrid y demás equipos de la otra parte del cuadro lo tenían más complicado, pero en nuestra parte estaban equipos como el Atlético, la Real, Mallorca, Espanyol, Racing y Villarreal, equipos con igual potencial deportivo e incluso superior en el aspecto económico que el Athletic.

Estos equipos lo tenían igual de fácil que nosotros pero se han quedado en el camino, sí, se han quedado pinchados en las espinas de las rosas del camino, de ése que parece para algunos habían diseñado para el Athletic, pero que era el mismo que tenían el resto de `Primeras' que he citado, todos ellos salvo la Real y Mallorca, eliminados por Albacete y Mirandés, equipos de 2ªB.

Las espinas de este camino de rosas se llevaron por delante al Atlético de Madrid, Villareal y Racing sin ganar ni un solo partido, y el Español ganó su partido de Barcelona contra el Mirandés remontando un 0-2 en los últimos 5 minutos, con la estimable colaboración de Mateu Lahoz; de lo contrario, tampoco hubiese ganado ninguno de sus enfrentamientos.

El Athletic llega a la final sin haber perdido ni un solo partido, solo un empate a cero contra el Albacete en tierras manchegas y doblegando en la semifinal al Mirandés por un contundente 8-3, un Mirandés que había eliminado a tres primeras casi sin despeinarse y repito, solo perdiendo un partido por la mínima y con muchísima polémica.

El Athletic tenía una oportunidad, la misma que el resto de competidores, la ha agarrado con fuerza, ha trabajado los partidos con mucha humildad y los ha jugado mejor que sus rivales; el resto de equipos la ha dejado escapar, por tanto, en mayo lucharemos por ganar otra final por derecho y ambición.