Octava reforma laboral en el Estado español
Todas las instituciones vascas rechazan la reforma laboral
El Parlamento navarro exige también la retirada del proyecto del Gobierno del PP, cuya letra pequeña muestra un alcance superior aún al que se presentó el viernes en rueda de prensa. Así, las empresas de hasta 50 trabajadores podrán ejecutar el despido libre durante el primer año
Juanjo BASTERRA | BILBO
Las sesenta y cuatro páginas de la octava reforma laboral reflejan un amplio abanico de medidas que recortan derechos laborales de los trabajadores conseguidos con años de lucha. A la vez que fortalece el poder de los empresarios, elimina derechos históricos a los trabajadores bajo la excusa de la crisis económica.
En materia de contratación, la duración máxima pasa de dos a tres años y «mientras la tasa de paro no se reduzca del 15%» el contrato se podrá realizar con trabajadores de 30 años. En la actualidad ese límite se situaba cinco años por debajo. Se podrá contratar con un segundo contrato de formación a la misma persona «si se trata de una actividad laboral u ocupación distinta». Antes era imposible, una vez que expiraba el contrato anterior. En los contratos a tiempo parcial, se permitirá realizar horas extraordinarias.
Llama la atención la creación del «contrato indefinido de apoyo a los emprendedores». Es una auténtica trampa legal, ya que se puede utilizar en empresas de hasta 50 trabajadores, que en Hego Euskal Herria suponen el 80%. «Este contrato tendrá un período de prueba de un año por lo que dentro del primer año de contratación el despido será libre y gratuito». En este caso, el trabajador podrá optar por compatibilizar el salario con la percepción del 25% de la prestación por desempleo. A cambio, los empresarios obtienen enormes deducciones fiscales y bonificación en la cuota empresarial durante tres años desde los 1.000 a los 1.500 euros al año según colectivos.
Además, se permite a las empresas de trabajo temporal su conversión en agencias privadas de colocación, por lo que crecerá la precarización del mercado de trabajo.
Otro golpe muy importante que la reforma del PP da a los trabajadores es en materia de negociación colectiva. La ultraactividad de los convenios se limita a dos años, con lo que si no hay acuerdo entre las partes se perderá en ese plazo y se aplicará el convenio de ámbito superior que, en muchas ocasiones no quiere decir que sea el mejor.
Los empresarios pueden rebajar determinadas materias que les incomodan en los convenios de empresa, en materia salarial, jornada de trabajo, que los empresarios tendrán un 5% de la misma a su disposición, lo que supone en torno a 85 horas anuales y se facilita el descuelgue de las empresas de los convenios que no les convengan.
A todos estos elementos, se unen la facilidad que da para despedir y abaratar las indemnizaciones. Porque «será suficiente para el despido procedente» una reducción de ventas «que sea considera persistente y que se produzca en tres trimestre consecutivos».
Todos estos elementos, junto a otros muchos, fueron desgranados ayer en una rueda de prensa que ELA ofreció en un análisis de la reforma laboral del Gobierno español que, como explicó Mikel Noval, responsable del Gabinete de Estudios, entre otros elementos «introduce el despido objetivo en el ámbito del sector público».
A su juicio, la octava reforma laboral «va más allá de la anterior» que impulsó Rodríguez Zapatero, «al centralizar la negociación colectiva», y Mariano Rajoy «ha situado la ultraactividad en dos años, lo que supone la desaparición en la práctica de los convenios». Amaia Muñoa, secretaria general adjunta, manifestó que «las críticas de CCOO y UGT son una pose», porque, a su juicio, al pactar «mayor pobreza» de los trabajadores con el acuerdo salarial «se abrió la puerta de esta reforma agresiva». Muñoa criticó que sigan hablando «de diálogo social ante la unilateralidad inaceptable que ha adoptado la patronal» por lo que situó el diálogo social «para mantener las cuotas que reciben por la formación continua».
Adolfo Muñoz, Txiki, dijo que esta reforma es «una auténtica sangría de derechos laborales y colectivos» y solo busca «la estrategia de empobrecimiento. Quieren más. Van a por todo», dijo, por lo que llamó a la movilización social y recordó que el 25 de febrero habrá una manifestación nacional en Bilbo.
El Parlamento de Nafarroa y el lehendakari Patxi López coincidieron ayer en su oposición al decreto de reforma laboral.
La Junta de Portavoces de la Cámara navarra aprobó un pronunciamiento favorable a que el Gobierno español retire la reforma laboral por «injusta y desequilibrada».
La iniciativa partió del PSN y contó con el apoyo de NaBai, Bildu e Izquierda-Ezkerra, mientras que UPN y PP votaron en contra.
El texto aprobado sostiene que la reforma «defiende los intereses de las empresas, olvidándose por completo» de los trabajadores y además «no servirá para la creación de empleo en un momento de recesión y de crisis».
En defensa de la iniciativa, Juan José Lizarbe, del PSN, indicó que la reforma laboral del PP «simplemente va a servir para que personas empleadas pierdan con mayor facilidad y menos garantía su puesto de trabajo y los derechos que tienen en estos momentos» puesto que «solo tiene en cuenta los intereses de la patronal».
La propuesta del PSN contó con el apoyo de NaBai, que sin embargo a través de Patxi Zabaleta planteó al PSN la posibilidad de incluir el rechazo de la Junta de Portavoces a reformas anteriores, como la del Gobierno de Rodríguez Zapatero; y de Bildu, aunque Bakartxo Ruiz pidió «coherencia» al PSN ya que en Nafarroa «gobierna con la derecha» y esta es la que aplica esta «tropelía» a los trabajadores. Ruiz añadió que «abaratando el despido lo que hace es atacar de lleno los derechos de las personas, la calidad de vida».
Por el contrario, el portavoz de UPN, Carlos García Adanero, subrayó que con más de 5 millones de parados «el Gobierno algo tenía que hacer», si bien puntualizó que «el tiempo dirá si esta reforma da resultado» y que su partido considera que hay cuestiones que pueden ser «matizadas» y que es preferible «un mayor consenso».
Por su parte, el lehendakari, Patxi López, instó al Gobierno español a establecer una negociación con los sindicatos «que cambie el rumbo». En su opinión, el texto, que «cambia las causas que hacen procedentes los despidos para hacer prácticamente todos los despidos procedentes, no es lo que necesita este país».
En una entrevista a Telecinco, López declaró que si el Ejecutivo anuncia que «durante este año se va a seguir destruyendo empleo, debería implantar condiciones para crear puestos de trabajo, no para abaratar el despido, que es lo que subyace en el fondo de esta reforma. Debiera de establecerse una negociación con los sindicatos para cambiar la dirección de la reforma», puntualizó, para añadir que el texto «cambia las causas que hacen procedentes los despidos para hacer prácticamente todos los despidos procedentes», aunque admitió como positivas la bonificaciones a contrataciones. GARA
UGT y CCOO han convocado manifestaciones contra la reforma la boral que se celebrarán este próximo domingo en las cuatro capitales de Hego Euskal Herria.
Los secretarios generales de UGT y CCOO de Nafarroa, Juan Goyen y José María Molinero, respectivamente, anunciaron que van a hacer extensiva al conjunto de sindicatos, partidos políticos y todo tipo de instituciones, para que se sumen a las movilizaciones. Se trata, según indicó Molinero, de desarrollar una «movilización sostenida en el tiempo» e «inteligente» para lograr cambiar durante el trámite parlamentario los contenidos más negativos del texto, que a su juicio contiene ataques sin precedentes contra los trabajadores.
También dejó abierta la posibilidad de una huelga general, aunque se mostró partidario de una intensificación progresiva de las movilizaciones para parar una reforma «que solo va a servir para destruir empleo, que desprotege todavía más a los trabajadores, fortalece a los empresarios y condena a los jóvenes al desempleo o a la subcontratación». En cualquier caso, aseguró que se trata de «una pelea» que presumen larga y que están dispuestos a ganar «por las buenas o por las malas».
Goyen incidió en la «gravedad» de esta reforma que «no ayuda ni a la salida de la crisis ni a la creación de empleo. Lo que hace falta es una reactivación económica» y ello, afirmó, «no se va a conseguir con este texto», en el que además ve «una conculcación del derecho constitucional de información y consulta a los sindicatos». El dirigente de UGT añadió que en algunos términos, como los relativos a despidos objetivos, puede ser incluso anticonstitucional.
Por su parte, en unas declaraciones realizadas en Barakaldo tras la reunión de delegados, el secretario general de UGT-Euskadi, Dámaso Casado, señaló que la reforma «no tiene ningún sentido ni lógica» y «se ha cargado los acuerdos alcanzados en lo que respecta a la negociación colectiva»
Entretanto, el portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, denunció ayer «la magnitud del ataque que supone la reforma laboral que el Gobierno de Mariano Rajoy ha instaurado este fin de semana» y consideró que es razón «más que suficiente» para llamar a la huelga general.
En su opinión, «las medidas en contra de los salarios, aumentando la precarización del empleo y ahondando en la pérdida de derechos laborales» son razón «más que suficiente» para llamar a la huelga general. En este sentido, recordó que la nueva norma «legaliza el despido libre y da carta blanca a los empresarios para saltarse la negociación colectiva». GARA
La reforma laboral aprobada por el Gobierno del PP «puede favorecer la contratación», según la secretaria general de la patronal vasca Confebask, Nuria López de Guereñu, aunque matizó que «sola en si misma no va a generar empleo» y consideró necesario acompañarla con otras medidas para «activar» la economía. En este sentido, la dirigente empresarial instó a tomar otras medidas económicas «a la mayor brevedad».
Sobre la posibilidad de que los sindicatos convoquen una huelga general, López de Guereñu estimó en una entrevista en ETB que ello «no va aportar nada positivo», y es que la secretaria general de Confebask opina que «es hora de la economía y no de disputas ni políticas ni ideológicas».
La representante de Confebask valoró asimismo positivamente la «flexibilidad» que la reforma laboral aporta a las empresas. En este sentido, abogó por la mejora de la competitividad de las empresas para propiciar la contratación y añadió que «un coste de despido excesivo desincentiva de manera importante la contratación, sobre todo en momentos de incertidumbre» como los actuales.
Mientras defendía las medidas impulsadas por el Gobierno español, aseguró entender el temor y la indefensión que puedan sentir los trabajadores en relación a la reforma, porque según indicó, «vivimos tiempos muy duros», a lo que añadió que «todos vivimos una especie de pesimismo generalizado».
También quiso rebatir «la imagen» de que el empresario «es el malo», puesto que a su parecer «no refleja la realidad», y defendió «el esfuerzo» del empresario vasco para mantener el empleo. Así, argumentó que la reducción de la actividad en esta crisis ha sido superior a la reducción de puestos de trabajo. De cara a la situación económica en 2012, adelantó que los datos en la CAV serán malos, con alguna mejoría «quizá» a final de año.
Respecto a la negociación colectiva, señaló que con la reforma laboral, que da prevalencia a los convenios de empresa, «parece que los convenios provinciales son todavía posibles». Por ello, consideró «más necesario que nunca» seguir trabajando para lograr un acuerdo con los sindicatos que permita tener un ámbito propio de negociación en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. En este sentido, pese a que finalmente no se alcanzó un acuerdo, López de Guereñu calificó de positivo el proceso de negociación llevado a cabo recientemente entre Confebask y los sindicatos LAB, UGT y CCOO para estructurar la negociación colectiva en la CAV. GARA
Tanto la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) como la Comisión Europea vieron con buenos ojos la reforma laboral impuesta por el Ejecutivo de Rajoy. En un comunicado, el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, afirmó que «la acción del Gobierno pone de manifiesto que el restablecimiento de la confianza en el sistema bancario, la disciplina presupuestaria y el mejor funcionamiento del mercado laboral es la máxima prioridad» y añadió que «permitirá disminuir la dualidad del mercado laboral y promoverá el empleo». Para el dirigente de la OCDE, la reforma es muy «significativa» dada la alta tasa de desempleo en el Estado español.
Según Gurría, «la introducción de mayor flexibilidad en los contratos fijos promoverá el empleo al incentivar a las empresas a contratar a más trabajadores con contratos permanentes». Destacó que «las nuevas medidas favorecen mayor transparencia de las causas de despido, lo cual permitirá reducir la excesiva incidencia de casos que se resuelven por vía judicial».
Asimismo, estimó que se han tomado «importantes medidas» de cara a garantizar que los convenios colectivos respondan mejor a las cambiantes circunstancias económicas actuales. «Estas políticas contribuirán a crear empleo y permitirán a la economía española beneficiarse de nuevas oportunidades en los mercados globales», añadió.
Por su parte, el portavoz de Asuntos Económicos de la Comisión Europea, Amadeu Altafaj, opinó ayer que algunos elementos de la reforma laboral «van en la buena dirección para reducir esa segmentación del mercado de trabajo o para tener más flexibilidad a nivel de las empresas».
Sin embargo, recalcó que la evaluación de las medidas que han hecho los servicios de la CE es preliminar, por lo que, «dada la complejidad de las cuestiones planteadas», la comisión estudiará la reforma «de forma detallada».
Por otro lado, la canciller alemana, Angela Merkel, también dio su visto bueno a la reforma laboral de Rajoy, es más, la puso como ejemplo de las medidas que está implementando Europa para salir de la crisis. Aseguró que la medida «muestra la determinación» del Gobierno del PP de atajar los problemas económicos y volver a la senda del crecimiento. Añadió que las reformas llevadas a cabo en el Estado español, junto con las de Italia y Portugal, muestran que Europa tiene la «fuerza» para implementar las «medidas necesarias» para dejar atrás la crisis. GARA
Adolfo Muñoz reconoció que se necesita la suma de todos, sindicatos y movimientos sociales, pero dejó claro que «la práctica sindical de CCOO y UGT nos desune». Por eso, explicó que «la suma es necesaria, pero con unos requisitos necesarios».