Tras varios meses de continuas idas y venidas, la dirección de la planta de Inama ubicada en Muxika (Bizkaia) ha decidido cesar su actividad y presentar un ERE de rescisión de contratos para los 150 trabajadores que forman la plantilla, según informa el comité de empresa. Los empleados harán hoy pública su valoración de los hechos.

La compañía no cumple la normativa de seguridad medioambiental, y aunque tanto los trabajadores como diversas plataformas de la comarca han pedido que se tomen las medidas pertinentes para cumplir las condiciones, la empresa ha decidido finalmente suspender su actividad, con lo que 150 empleados perderán su trabajo y otros 600 puestos indirectos también se verán afectados.

Dedicada a fabricar tableros de madera aglomerada, la compañía mostró su intención de cerrar la planta cuando le fue retirada la autorización ambiental integrada, debido al incumplimiento reiterado de la legislación medioambiental.

Por otro lado, la Diputación de Bizkaia embargó las cuentas y bienes de la empresa a causa de la no devolución de las vacaciones fiscales, cuestión que aceleró la decisión de Inama de suspender su actividad.

Otra solución

El TSJPV publicó el pasado mes una resolución judicial que avala la suspensión de la actividad de la compañía por los graves daños mediambientales que supondría su mantenimiento.

No obstante, los trabajadores reclaman una solución que pusiera fin a las irregularidades medioambientales, y al mismo tiempo, garantizara el futuro de la empresa y de los puestos de trabajo. Reclamación que la dirección a desoído.