La oposición denuncia el recrudecimiento de los bombardeos contra Homs e Idleb
Los rebeldes denunciaron el recrudecimiento de los bombardeos sobre Homs e Idleb, bastiones de la oposición, que se saldaron con decenas de muertos, al tiempo que Damasco rechazó de plazo las acusaciones de la ONU de haber cometido «crímenes contra la Humanidad».
GARA | DAMASCO
La ciudad de Homs, bastión de la rebelión, fue sometida ayer a un nuevo «bombardeo brutal» por parte de las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar al-Assad, según denunciaron los opositores Comités de Coordinación Local citando como fuente a su «red de testigos sobre el terreno». La oposición denunció también bombardeos sobre Idleb, otro de los bastiones rebeldes.
Según estas fuentes, que aseguran que el Ejército lleva a cabo desde hace diez días una fuerte ofensiva contra los bastiones de los rebeldes en Homs con un saldo de cientos de muertos y el empeoramiento de la situación humanitaria, en los bombardeos de ayer sobre Homs e Idleb fallecieron cincuenta personas.
En Homs, según la ONU, desde el pasado día 4 han muerto 300 personas. «La urgencia es evacuar a los heridos», destacó Hadi Abdalah, del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos. «Desde hace una semana, los muertos son enterrados en los jardines porque, incluso, los cementerios son bombardeados. La gente se amontona en los refugios», denunció.
Por otro lado, el Gobierno sirio rechazó ayer categóricamente las acusaciones vertidas por la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, de que el régimen sirio ha cometido «crímenes contra la Humanidad» desde el inicio de la revuelta en marzo de 2011 y su llamamiento a la llamada comunidad internacional a que actúe «urgentemente» para proteger a la población civil.
El Ministerio sirio de Exteriores, según una nota difundida por la agencia oficial Sana, acusó a Pillay de falta de neutralidad y objetividad. «La Alta Comisionada se ha convertido en un instrumento en manos de algunos países que tienen como objetivo Siria y que ignoran los crímenes terroristas que perpetran los grupos armados», subrayó.
El régimen de Al-Assad achaca la revuelta a una «conspiración extranjera» y a «grupos terroristas» de estar detrás de la crisis.
El Ministerio de Exteriores añadió que al tiempo que Siria intentaba ofrecer información sobre la situación real en el país, Pillay les ignoró y prefirió mantener su postura a pesar de contar con «pruebas obvias» que contradecían sus alegatos.
«Su deber es condenar el terrorismo y llamar al diálogo para que Siria salga de su crisis, así como apoyar las reformas que harán que Siria sea un país unido y avanzado», agregó.
En un video transmitido por la televisión cubana sobre el encuentro de nueve horas que el viernes mantuvo en La Habana con 117 intelectuales de 21 países, Fidel Castro estimó que «lo más peligroso» en la crisis en Oriente Medio es que «nadie controla lo que puede pasar allí, no lo sabe nadie, ni el presidente de EEUU, ni el secretario de Defensa, Leon Panetta». En el encuentro participaron el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, el premio Cervantes Sergio Pitol, el teólogo brasileño Frei Betto, los periodistas Ignacio Ramonet y Stella Calloni, y el escritor y matemático Carlo Frabetti, entre otros. Ante ellos, Castro insistió en que «lo peligroso es que ellos -en alusión a Washington y sus aliados- controlan menos todavía las fuerzas y los problemas que han desatado. Ellos van a imponer cosas, pero no controlan», resaltó.
Uno de los temas que centró la reunión fue el papel de los grandes medios de comunicación y la necesidad de utilizar las redes sociales como alternativa. El ministro cubano de Cultura denunció el «cerco» que ejercen las «grandes corporaciones» y puso como ejemplo el tratamiento que recibió la muerte del preso Wilman Villar, al que definió como como una persona «realmente primitiva y violenta». GARA
La Administración Obama propuso el lunes, en el marco de su Presupuesto para 2013, un fondo de 770 millones de dólares destinado a sostener los procesos de reformas surgidos de la Primavera Árabe en los países de Oriente Medio y de África del Norte.
