El Ayuntamiento de Bilbo volvió ayer a arrogarse todo el protagonismo en la presentación del programa para los Carnavales que se desarrollarán del 16 al 21 de febrero, obviando el papel de las comparsas que forman parte también de la Comisión Mixta de Fiestas. Dos representantes de Bilboko Konpartsak participaron en la comparecencia pública, en la que, como en años anteriores, se ocultó la importancia que tienen los agentes festivos en el impulso a las Carnestolendas, que ellos recuperaron en 1979.

La concejala de Fiestas, la jeltzale Itziar Urtasun, fue la encargada de presentar un programa, en el que se citan tímidamente las actividades de las comparsas. De nuevo, el Consistorio ocupa el sábado a partir de las 18.30 la Gran Vía -desde el Sagrado Corazón hasta Alameda Urquijo- con el espectáculo Karrikaldia, centrado en un desfile de autos locos y estrambóticos, con las compañías de teatro Xip Xap, La Baldufa y La Tal.

A partir de las 20.00, esa céntrica arteria de la villa, entre las plazas Moyúa y Circular, dispondrá de tres espacops dedicados en esta edición a Escenario Infantil, Tribute Blues Brothers y La Variete, en lo que se denomina Aratustodromo.

Aunque el día grande de los Carnavales bilbaino es el sábado, comenzarán el jueves, a las 19.30, con el Juicio a Farolín y Zarambolas, dos personajes encarnados este año por el dibujante K-Toño Frade y el txistulari Mikel Bilbao, respectivamente. Poco después, desde la misma Plaza Nueva, partirá la kalejira de Trapuzaharrak, que impulsa Bilboko Konpartsak.

El viernes será una jornada eminentemente infantil, con el desfile de escolares, una chocolatada, fiesta y talleres en la Plaza Nueva. El lunes también. El domingo, gigantes, cabezudos, hinchables y Gargantúa harán las delicias de los más pequeños.

La Quema de la Sardina, a la que se llama a participar, cerrará el martes el programa carnavalero bilbaino.