El presidente de EEUU, Barack Obama, instó ayer a China a respetar «las reglas en vigor» en el sistema económico mundial e incidió en el respeto a los derechos humanos, al tiempo que exhortó a gestionar de forma «constructiva» las tensiones bilaterales, durante su encuentro en el Despacho Oval de la Casa Blanca con el vicepresidente chino, Xi Jinping, que se espera que reemplace el próximo octubre al presidente, Hu Jintao, al frente del Partido Comunista de China (PCCh) y en marzo del año próximo en la Jefatura del Estado. Xi, cuyas opiniones sobre Washington son un enigma, quiso lanzar un mensaje de tranquilidad a Washington al asegurar que espera «establecer consenso, expandir la cooperación y profundizar la amistad» durante su visita oficial a EEUU.

Xi Jinping destacó la coincidencia en recurrir a las consultas y no al proteccionismo ante los conflictos económicos y en buscar una relación que se base en el respeto y el beneficio mutuo, pero no hizo referencia a las cuestiones más espinosas de las relaciones bilaterales, como la cotización del yuan o el equilibrio militar en Asia Pacífico, a los que si aludió Obama.

Se refirió a que todos deben respetar las mismas reglas de juego en lo que concierne al sistema económico mundial para que «exista un flujo comercial equilibrado». EEUU considera que el yuan cotiza de manera artificialmente baja, lo que beneficia a las exportaciones chinas en detrimento de las estadounidenses.

El mandatario estadounidense saludó el «desarrollo extraordinario de China en las dos últimas décadas», pero consideró «más poder y prosperidad conllevan más responsabilidades», por eso confió en que el gigante asiático «siga aumentando su papel creciente en los asuntos mundiales y abogó por que ambos países desarrollen «una sólida relación de trabajo».

«Tenemos la oportunidad de que nuestros países mejoren sus lazos estratégicos, manejen las posibles tensiones de manera constructiva», insistió Obama, quien agregó que su país «da la bienvenida al ascenso pacífico de China».

A su juicio, una buena relación entre Washington y Beijing, basada en el respeto y el beneficio mutuo, conviene no solo a ambos países, sino también a la región Asia-Pacífico y al mundo entero.

Derechos humanos

Barack Obama incidió también en la cuestión de los derechos humanos, uno de los temas por los que Washington dice estar más preocupado, al señalar que «continuaremos insistiendo en lo que nosotros pensamos que es importante, que se reconozcan las aspiraciones y derechos de todos». Al respecto, Xi Jinping afirmó que su país está dispuesto a mantener un diálogo «sincero y constructivo» con EEUU y otros países sobre esa materia.

En un almuerzo en el Departamento de Estado junto al vicepresidente de EEUU, Joe Biden, y la secretaria de Estado, Hillary Clinton, previo al encuentro con Obama, Xi, defendió el historial de su país sobre respeto a las libertades, pero afirmó que «siempre hay espacio para la mejora en lo que respecta a los derechos humanos».

Tras recordar el desarrollo desigual y la enorme población china -que supera los 1.300 millones de habitantes-, entre otros factores, Xi aseguró que su Gobierno «siempre antepondrá los intereses de su pueblo y tomará en serio las aspiraciones y demandas de su población».

«A la luz de las condiciones nacionales chinas, continuaremos adoptando políticas y medidas concretas y efectivas para promover la equidad social, la justicia y la armonía y avanzar en la causa de los derechos humanos chinos», explicó, según recogió Efe.

Biden afirmó que la relación bilateral entre China y EEUU es «una de las más importantes del mundo» y que la visita de Xi «ayuda a mantener el alto nivel de diálogo». Admitió que no siempre van a «estar completamente de acuerdo», pero añadió que es «señal de fortaleza y madurez» que puedan hablar con cordialidad sobre sus diferencias» y apostó por tener puentes para limarlas.

En esa línea Xi insistió en la misma idea repetida durante toda la jornada, que espera que su visita sirva para continuar la construcción de «una alianza cooperativa basada en el respeto y el beneficio mutuo» y para «fortalecer el consenso».

En el terreno militar, ambos países han sufrido roces en los últimos tiempos. Beijing ha visto con escasa simpatía anuncios como el de la rotación de militares estadounidenses en la base australiana de Darwin. Ambos países difieren también acerca del mar de China Meridional, que Washington considera un interés estratégico vital debido a la importancia de sus rutas comerciales y donde seis países, entre ellos China, mantienen disputas territoriales.