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La violencia policial da alas a la «primavera valenciana»

Miles de estudiantes, padres y profesores llenaron ayer las calles del centro de Valencia en una multitudinaria manifestación que acabo pidiendo la dimisión de la delegada del Gobierno por la violenta actuación de la Policía en los últimos días. Muchos hablan ya de una «primavera valenciana» que ha tenido al Instituto Lluis Vives como epicentro y a los estudiantes de secundaria como protagonistas.

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Beñat ZALDUA | VALENCIA

La Policía Municipal de Valencia demostró ayer que una manifestación convocada sin previo aviso puede ser perfectamente gestionada sin utilizar la violencia, en contra del criterio de la Policía española, que en los días anteriores había reprimido con todo su arsenal las protestas de los alumnos valencianos.

Miles de estudiantes, padres y profesores llenaron ayer las calles del centro de la capital del Turia en una nueva jornada de protesta contra los recortes de la Generalitat valenciana y por la liberación de todos los detenidos en el transcurso de unas movilizaciones que ya duran una semana.

La masiva manifestación de ayer acabó a las puertas de la Delegación del Gobierno español, donde se pidió la dimisión de la delegada, Paula Sánchez de León, y sirvió como prólogo de la convocatoria de hoy, que bajo el lema «Som el poble i no l'enemic» pretende agrupar a estudiantes, profesores, asambleas, asociaciones, sindicatos y partidos políticos de la oposición en una multitudinaria manifestación en contra de la violencia policial.

Durante la movilización de ayer, la libertad de los detenidos durante los días anteriores fue una de las mayores reivindicaciones. No en vano, en cuatro días de movilización la Policía ha detenido a un total de 42 personas, varias de las cuales eran menores de edad, lo que ha motivado la denuncia de Esquerra Unida del País Valencià (EUPV) ante la Fiscalía de Menores.

Finalmente, a las 18.30 de ayer, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana anunció que todos los detenidos estaban en libertad, con causas abiertas por resistencia, desórdenes, lesiones y atentado a la autoridad.

Marga Sanz, coordinadora y diputada de EUPV, explicó a GARA que, además de detener a menores, «los han mantenido retenidos en los calabozos, en vez de ponerlos a disposición judicial, agravando la ansiedad de familiares y amigos».

Sanz, presente durante la noche del lunes ante la comisaría, fue testigo de cómo no dejaban entrar a los padres, «prohibiendo toda comunicación de los menores con sus familiares».

De 12 a 16 años

Sobre la culpabilidad de las personas detenidas, las cientos de cámaras presentes el lunes en las calles de Valencia apenas consiguieron grabar a un joven lanzando una lata vacía a un cordón policial, mientras que fueron varias las televisiones que captaron las imágenes de la detención de una menor de edad que observaba los hechos desde la acera junto a su madre y su abuela. «Quieren meter mucho miedo a los jóvenes», sentencia el periodista Toni Martínez, presente en las movilizaciones, y continúa: «Solo así se entiende que tuviesen a dos chavales esposados en medio de la calle durante 20 minutos, a la vista de todo el mundo, como si fuesen trofeos». Martínez explica que la raíz inmediata de las protestas del Lluis Vives son los recortes de la Generalitat valenciana. Cada centro educativo ha tenido que ir recortando allá donde ha podido y varios de ellos, como el Lluis Vives, lo han hecho reduciendo a cero la factura de la calefacción. Los estudiantes de la ESO -de 12 a 16 años- de este céntrico instituto comenzaron las movilizaciones el pasado lunes 13 de febrero, pero no decidieron cortar la carretera hasta el miércoles de la semana pasada. «Se trata de una arteria muy importante del centro de Valencia, por lo que la Policía los sacó a porrazos, con la excusa de que se trataba de una manifestación ilegal», explica Martínez.

La protesta de los estudiantes y la violenta respuesta policial siguieron creciendo durante el jueves y el viernes, hasta que el pasado lunes la violencia policial contra estudiantes, padres y profesores llegó a cotas que pocos recordaban en Valencia.

Tal fue la desmesura que el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, comparecerá ante la Comisión de Interior del Congreso español para dar explicaciones.

Las cargas policiales comenzaron una vez más a las puertas del instituto Lluis Vives y se extendieron durante la tarde y bien entrada la noche por todo el centro de la capital del Turia.

Pablo Iglesias, profesor de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid y presentador de La Tuerca -tertulia política de TeleK-, fue testigo de los hechos: «A mí dijeron que había enfrentamientos entre estudiantes y policías, pero al salir a la calle, lo único que vi fue una ciudad tomada por la Policía, que aporreaba cualquier sospechoso de ser estudiante de secundaria o padre de algún alumno». «No hubo desproporción policial, simplemente no había proporción posible, porque los estudiantes se limitaban a cortar el tráfico de algunas calles», concluye.

El estudiante como enemigo

Además de la delegada del Gobierno y del President, Alberto Fabra, quien también justificó las cargas policiales, como cabe comprender, fue Antonio Moreno Piquer, jefe de la Policía española en Valencia y buen amigo José Luis Roberto, líder del grupo de ultraderecha España 2000, según informó ayer La Directa. Moreno no dudó en hablar del «enemigo» cuando se refería a los estudiantes.

Según explicó a este diario la diputada de Compromís en el Parlamento valenciano, Mónica Oltra -que fue agredida por la Policía, igual que su compañero y diputado en Madrid Joan Baldoví-, la violencia de estos días «evidencia una vez más que la Policía Nacional en Valencia tiene agentes cercanos a grupos de extrema derecha, individuos que están protegidos por ser policías y que se sienten cómodos pegando a chavales».

En palabras de Oltra, esta característica de la Policía en Valencia se ha unido al grito de mano dura del PP, «creando una combinación letal que solo se puede parar con el cese del jefe de la Policía y la delegada del Gobierno».

Crear el clima propicio

Un poco más allá de las críticas a las características de la Policía, puestas de manifiesto durante los últimos días, cabe tener en cuenta la interpretación que Marga Sanz, la diputada de Esquerra Unida, hace de las causas de esta actuación policial: «Saben que con todas las reformas en marcha, la movilización social irá en aumento, por lo que quieren presentar las manifestaciones como un problema de orden público, con el objetivo de crear el clima necesario para intentar restringir el derecho a la huelga y a la movilización».

Es difícil entender de otra manera la represión desmedida contra unos estudiantes que, conviene repetirlo y recordarlo, decidieron cortar una carretera porque habían apagado la calefacción de su instituto y se tenían que llevar mantas para no helarse de frío.

Imágenes de represión en todo el mundo

Las imágenes de las protestas estudiantiles en Valencia dieron la vuelta al mundo a través de los medios de comunicación. Publicaciones y agencias de prensa de referencia internacional se hicieron eco de las cargas policiales y las protestas estudiantiles, que algunos medios vinculan a la situación económica de la Comunidad Valenciana que califican como la más endeudada de España. «Le Monde» titula «España: violencia en una manifestación contra la austeridad en Valencia», o «Le Figaro», que encabeza la noticia con «España llama a su Policía al orden». Países tan lejanos como Australia o medios como Sky News reflejaron los hechos. Las marchas juveniles llegaron también a Egipto de la mano de portales como Ahram on line, que difundió las 25 detenciones. Asimismo, canales de televisión, como Euronews, difundieron las imágenes de las marchas, las cargas y las declaraciones de los implicados en los sucesos. Internet se llenó igualmente de informaciones sobre lo que se ha llegado a etiquetar en twitter como #primaveravalenciana, que ayer se convirtió en «tema del momento» mundial. En las redes sociales no pararon de aparecer nuevos mensajes como #yotambiénsoyel enemigo -en referencia a las palabras del jefe superior de Policía de la Comunidad Valenciana- o #facultaddehistoria, convertida en «cuartel general» del movimiento estudiantil. Youtube acoge numerosos vídeos relacionados con las detenciones o la represión policial. GARA

padres denuncian

Padres de algunos de los detenidos en las protestas están estudiando interponer de manera conjunta una demanda por la actuación policial que consideran desproporcionada. Algunos ya han denunciado los hechos de forma individual

ante el pp

Las protests se extendieron a numerosas ciudades del Estado español. El movimiento 15-M y 'Democracia Real Ya' están presentes en muchas de estas convocatorias.

investigación

El comité de empresa de Radio Televisión Valenciana ha pedido la dimisión del director general del ente, de los directores de Canal 9, y Ràdio 9, y de los respectivos jefes de Informativos por dar información tergiversada de las protestas.

Las consejera de Educación dice estar «perpleja» por las protestas

La consejera valenciana de Educación, María José Catalá, se mostró perpleja por la situación en que ha derivado las protestas estudiantiles de Valencia ya que, a su juicio, el decreto de ajustes del Consell «no afecta a la calidad educativa sino a una cuestión retributiva de una parte de los docentes» y negó a los estudiantes que el Gobierno valenciano haya ha recortado «un solo en calidad educativa». Preguntada por su opinión de que la Comunitat Valenciana sea trending topic por pegar a menores con mochilas, Catala comentó: «no me gusta que se ejerza la violencia en ningún sentido. No me gusta ni en personas jóvenes ni en mayores porque no soy partidaria de la violencia sino del diálogo». No obstante, la consejera justificó la actuación policial indicado que «en un momento de tensión se pueden producir situaciones lamentables que no nos gustan a nadie». Indicó que el problema es quizá que el Consell »no hemos sabido trasladar a la sociedad valenciana en qué consisten» las medidas del decreto de ajuste. La consejera dijo mostrar «respeto absoluto» a las concentraciones «siempre y cuando sean de forma tranquila» y que «no alteren el normal funcionamiento del horario lectivo y la normalidad de los centros».

Catalá recibió a miembros de la Federación valenciana de estudiantes de enseñanzas medias, entre ellos a su presidente, Albert Ordóñez, en libertad con cargos tras ser arrestado en uno de los actos de protesta.

Los alumnos presentaron sus reivindicaciones, entre otras, la dimisión de la delegada del Gobierno y que el jefe superior de Policía de la Comunidad Valenciana pida perdón por llamar «enemigos» a los manifestantes. GARA

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