El consejero de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Lakua, Iñaki Arriola, compareció ayer ante el Parlamento de Gasteiz para explicar los progresos en las obras del denominado metro de Donostialdea, un proyecto que comprende la mejora del actual «Topo» y la creación de varios ramales nuevos.

«Aproximadamente el 25% del proyecto ya es una realidad», afirmó Arriola, quien explicó que se han licitado más de 200 millones de euros.

El tramo Fanderia-Oiartzun está finalizado, mientras que se encuentran en obras los de Loiola-Herrera -con la puesta en servicio de las estaciones de Herrera e Intxaurrondo-, Lasarte-Rekalde, Añorga-Rekalde -con la nueva estación de Añorga- y las cocheras de Araso.

Recientemente se sacó a licitación el tramo Herrera-Altza por un importe de casi 50 millones de euros. Se espera que la obra se adjudique a mediados de año, con un plazo de ejecución de 34 meses.

Los tramos Lugaritz-La Concha, La Concha-Morlans, Morlans-Anoeta, las subcentrales de Lasarte y Loiola, y la nueva estación de Loiola se encuentran en fase de proyecto constructivo, mientras que en fase de estudio informativo se hallan el tramo Altza-Galtzaborda, que ya ha pasado el trámite de la exposición pública, y el de Irun-Hondarribia, así como los complementarios de soterramiento de Errenteria y ampliación de Lasarte.

Iñaki Arriola aseguró que cuando finalicen las obras el número de usuarios de la red ferroviaria de Gipuzkoa se incrementará en 26 millones, de los 7 actuales a los 33 previstos.

El consejero de Obras Públicas y Transportes lamentó que la crisis económica y la negativa de la Diputación de Gipuzkoa a cofinanciar el proyecto obligan a «ralentizar el ritmo». El Ejecutivo autonómico, que tiene la competencia exclusiva en esta materia, pidió el pasado setiembre ayuda económica al ente foral. La inversión total supera los 700 millones de euros, de los que se pretendía que Gipuzkoa aportase unos 310 millones.

En diciembre la Diputación anunció su negativa, al estimar que existen otras prioridades, ya que «hay comarcas que no tienen un método de transporte directo a la capital».

El Gobierno de Bildu consideró «interesante» la mejora entre Hendaia y Lasarte-Oria, pero expresó sus dudas sobre la pasante subterránea por Donostia, al estimar que la capital ya cuenta con transporte público «satisfactorio».

Este tramo, cuyo coste superaría los 250 millones, uniría las actuales estaciones de Easo y Lugaritz a través de La Concha y el Antiguo, con un ramal que llegaría hasta Atotxa y Egia.