El informe de la Fundación Alternativas, elaborado por el catedrático de la UPV Ramón Zallo, fue presentado ayer en Madrid. El documento analiza el desarrollo de las competencias en materia de cultura en Catalunya y la CAV y lo compara con la acción cultural estatal. «En el País Vasco no hay aún una idea compartida de lo que es la cultura vasca -a diferencia de Catalunya-, aunque sí cabe coincidir en algunos objetivos explícitos y en acciones», señala el documento en sus conclusiones.

Zallo considera en este informe que «la esperanza puede ponerse en la idea de que un tiempo prolongado sin violencia anudará visiones compartidas».

A su juicio, esto puede lograrse si se preserva lo cultural de la confrontación política y se sigue vinculando la cultura a «la potente y sensata sociedad civil», responsable de que, «a pesar de tres décadas de violencia, Euskadi sea viable y un hecho cultural y comunitario».

El estudio resalta también que el papel central que Catalunya y la CAV pretenden que ocupe la política cultural dentro de sus esquemas globales se encuentra en fases diferentes.

«Catalunya es la más avanzada y pionera y ya sitúa la política cultural en la centralidad de su política institucional», mientras «Euskadi, que se ha volcado en la innovación tecnológica e industrial con magníficos resultados, no apuesta por su propia cultura, por el patrimonio, creación y producción cultural», asevera. Apostar por dichos aspectos, advierte el informe, es necesario para «el desarrollo de una cultura minoritaria y abierta».

También destaca la vocación que ambos territorios tienen de asumir la política cultural de forma integral, por lo que recomienda que estas sean «el referente incluso para las acciones culturales de la Administración central, que sin perjuicio de sus competencias exclusivas, siempre debería compatibilizar y complementarse con las instituciones catalanas y vascas».

Asimismo, el estudio analiza en uno de sus apartados la procedencia de la financiación y el gasto público en materia de cultura, de los que el 54,94% proviene de las administraciones locales, el 29,93% de las autonómicas, y el 15,11% restante del Estado, según datos del año 2008.

En ese año, Catalunya destinó al ámbito cultural 400,6 millones de euros y la CAV, 112,2 millones, lo que suma casi una cuarta parte de todo el dinero presupuestado para cultura por las comunidades autónomas.

Respecto a los ámbitos de actuación cultural de las distintas administraciones, el informe señala que la mayor parte del gasto realizado por Madrid fue en materia de patrimonio, artes escénicas, relaciones culturales externas y cine, mientras las comunidades autonómicas invierten más en bienes y servicios culturales.