Rajoy reta a Europa y fija el objetivo de déficit público de 2012 en el 5,8%
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, comunicó ayer que el objetivo de déficit público de este año llegará al 5,8% del PIB, con un 4% para el Estado, un 1,5% para las Comunidades Autónomas y un 0,3% para los ayuntamientos. De este modo, incumplirá el objetivo establecido por la UE en un 4,4%, aunque todavía debe presentar el objetivo ante la CE en abril para que esta dé su visto bueno.
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A pesar de haber afirmado una y otra vez que cumplirá los compromisos asumidos en materia de reducción del déficit, Mariano Rajoy informó ayer en Bruselas, tras participar en el Consejo Europeo y sin consultar con sus socios comunitarios, que el objetivo de déficit público para 2012 llegará al 5,8% del PIB frente al 4,4% pactado en Bruselas. «Esto es una decisión soberana»- afirmó Rajoy- y se mostró «muy tranquilo» ante las reacciones que puedan surgir en el seno de la CE.
En concreto, del objetivo de 5,8%, se ha fijado un 4% para el Estado, frente al 3,2% anterior, un 1,5% para las comunidades autónomas, frente al 1,3% establecido, y un 0,3% para los ayuntamientos. Para la Seguridad Social se prevé una situación de equilibrio frente al superávit del 0,4%.
Sobre la posibilidad de que la CE pueda iniciar un procedimiento por déficit excesivo, Rajoy afirmó que esta cifra cumple tanto el Pacto de Estabilidad y Crecimiento como la recomendación de déficit excesivo que se hizo en 2009. Dicha recomendación implica reducir el 1,5% de media anual en déficit estructural, algo que, según Rajoy, se va a cumplir.
Sobre el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, el líder del PP aseguró que el déficit establecido por su Gobierno no incumple lo pactado, ya que «la intención es alcanzar el 3% en 2013», tal y como establece este pacto. El cumplimiento de dicho objetivo traerá necesariamente nuevos ajustes.
A este respecto, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, afirmó que más allá de los recortes previstos para este año, no comtempla una subida de impuestos adicional o un alza de las cotizaciones sociales. Ahora deberá concretar cómo cuadrará las cuentas.
Europa, reticente
Si bien el presidente español no comunicó directamente su decisión a los socios europeos, las primeras reacciones a la declaración de Rajoy no se hicieron esperar. Mientras Montoro reiteraba que superar la meta del 4,4% del déficit no tiene por qué derivar en sanciones por parte de las autoridades europeas, el portavoz de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj, aseguró que la CE no ha cambiado su postura y recordó a Madrid que cumplir con las metas establecidas es «clave para reforzar la confianza».
Asi, la CE manifestó sus dudas de que el Estado español haya podido hacer el cálculo sobre el déficit para 2012 sin tener todavía entre manos los datos sobre la desviación de 2011 o el presupuesto de 2012. Añadieron que se trata de una «presión política inútil» y recalcaron que decisiones de este tipo deben tomarse en el Ecofin y el Eurogrupo.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE acordaron ayer acelerar la capitalización del fondo de rescate para países endeudados. Antes de final de mes los ministros de Economía deberán aprobar un aumento de su dotación de 500.000 a 750.000 millones.
LAB denunció ayer que las políticas de austeridad y de prohibición del déficit de la UE quieren «reestructurar el sistema capitalista a costa de la condiciones laborales de los trabajadores». Lakua por su parte, consideró adecuada la decisión de Rajoy.
Durante el Consejo Europeo celebrado ayer todos los países de la UE, con excepción de Gran Bretaña y la República Checa, firmaron el pacto fiscal, denominado Pacto para la Estabilidad, la Coordinación y la Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria, con el que sellan su compromiso con la estabilidad presupuestaria y que establece sanciones en caso de no cumplir los objetivos. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, afirmó que «se trata de un paso importante para restablecer la confianza en la UE» y también permitirá «prevenir la repetición de la crisis de la deuda soberana». Tras la firma de los líderes se abre ahora un proceso para la ratificación del tratado en los parlamentos, que puede durar un año, mientras que Irlanda celebrará un referéndum.
El principal objetivo del acuerdo es obligar a los países a incluir de manera vinculante y permanente en sus legislaciones o constituciones la llamada «regla de oro», destinada a limitar el déficit estructural anual (sin incluir los gastos e ingresos de carácter cíclico) al 0,5% del PIB. El Ejecutivo comunitario elaborará informes sobre la correcta introducción del freno de deuda en las legislaciones por parte de cada país, y si persiste el incumplimiento, uno o más firmantes del acuerdo podrán llevar el caso ante el Tribunal de Justicia de la UE. Los países tendrán que implantar un mecanismo automático de corrección de los desvíos de los objetivos del déficit o del camino de consolidación, así como tener en cuenta su impacto acumulativo en la deuda. Si se incumplen los límites las multas podrán ascender, en última instancia y como máximo, al 0,1% del PIB. GARA