Más de 600 delegados de ELA en Nafarroa participaron ayer en una asamblea y una manifestación en Iruñea con las que prepararon la convocatoria de huelga general del 29 de marzo, convencidos de que la movilización es el «único elemento que puede frenar una política tan despiadada».

Así lo señaló a los medios de comunicación el secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, quien poco antes había intervenido en la asamblea para explicar las razones de la convocatoria de huelga en una coyuntura en la que la clase política «ha decidido administrar ajustes durísimos» y que, tanto en el caso del PSOE como en el del PP, «son ultras neoliberales que han decidido atacar lo social y sindical».

Muñoz lamentó que los autores de los recortes «hayan decidido romper y pasar todas las rayas que existían», como lo ejemplifica la reforma laboral y de negociación colectiva, «un ataque al salario y a la defensa colectiva de los trabajadores, que interpela el movimiento sindical». El dirigente de ELA añadió que ante estas reformas y «ante las que están por venir», como los posibles 40.000 millones de ajuste en los Presupuestos Generales del Estado, «es también ante lo que ELA plantea una huelga general para hacer la crítica y la denuncia» y para «exponer la alternativa que tenemos, porque existe».

Otro objetivo es «mandar oxígeno y un mensaje a los que luchan, a los que anónimamente están desarrollando luchas en empresas y movimientos sociales, de que ese trabajo es imprescindible», dijo tras advertir de que «la hegemonía de la derecha va a por todo, incluso a eliminar al movimiento sindical como obstáculo».