La responsable de Acción Sindical de LAB, Garbiñe Aranburu, explicó que, en el contexto de la convocatoria de huelga general, «viendo que con la aplicación de la reforma laboral nos han robado el derecho a la negociación colectiva, hemos decidido abrir un periodo de reflexión para ver cuáles tienen que ser las alternativas, por lo que LAB ha decidido suspender su participación en las mesas de negociación sectorial hasta el día después de la huelga».

Aranburu añadió que «no volveremos a las mesas para dar cobertura a un espacio totalmente bloqueado, sino con propuestas para superar los efectos de la reforma laboral, para blindar la negociación colectiva y para construir un marco propio de negociación. Además, es también una forma de hacer ver a la patronal que no nos resignamos con esta situación».

Tras apuntar que «vamos hacia un modelo de confrontación duradero en el tiempo y la huelga general es un punto de inflexión importante», la dirigente de LAB informó de que, tras la huelga, se reunirán con todas las centrales porque «todos los sindicatos tenemos que pensar dónde está la alternativa».

Hacia el marco vasco

Por su parte, Xabier Ugartemendia, responsable de Servicios Privados, se refirió a la reforma laboral como «la más grave que hemos sufrido. Modifica totalmente las relaciones laborales y está totalmente desequilibrada a favor de la patronal. No solo no va a crear empleo, como reconoce ya el propio Gobierno -añadió-, sino que va a continuar destruyéndolo. No hay más que ver los ERE que se han aprobado en los últimos meses, un proceso sigue creciendo».

En su opinión, el objetivo de la reforma es claro: «quieren dejarnos sin el derecho a la negociación colectiva, un instrumento fundamental para defender el empleo, los salarios y el resto de condiciones laborales». Ugartemendia considera que el nuevo decreto «ataca el marco vasco de negociación colectiva por dos frentes, por arriba, por el marco estatal, imponiendo las condiciones laborales de España; y por abajo, a favor del marco de empresa, tratando de crear un marco desregulador de las condiciones laborales».

El dirigente de LAB añadió que «es tal el ataque que hemos sufrido y el desequilibrio a favor de la patronal, que los trabajadores tenemos que ser capaces de mantener en el tiempo una fase de conflicto. Deben saber que aplicar la reforma no les va a salir gratis»