Grupo Iruña 75 

Clínicas Rincón  53

No todos los partidos de Grupo Iruña Navarra iban a ser remontadas ni prórrogas forzadas con tiros sobre la bocina. Los hombres de Ángel González Jareño pudieron con cierta facilidad con el Clínicas Rincón, filial de Unicaja, que mostró una preocupante blandura, típica de quien no aprendió a sufrir, y que lo condena como último clasificado de la Liga LEB Oro.

Después de la última derrota en Lugo, la escuadra navarra quiso dejar las cosas claras desde un inicio, y aunque el talento natural de los jóvenes jugadores andaluces hizo que el marcador se mantuviera apretado en los primeros minutos, a partir del segundo cuarto no hubo otro color sino el del conjunto local.

Defensa, concentración, control del rebote... y el enorme partido de un peligroso ala-pívot abierto como Jorge García. El exjugador, entre otros, del Fuenlabrada, Alicante o Bilbao Basket, todo un guerrillero del baloncesto, que hace diez días cumplía 35 años y lleva ganándose su jornal como jugador profesional desde la temporada 1997/98, sacó a pasear su buena mano más allá de los 6,75 metros. Con 4 bombazos, que adornó con varias canastas de dos hasta llegar a los 20 tantos, y 5 rebotes, desarboló la bisoña retaguardia andaluza.

Y si jorge García causaba estragos con sus tiros lejanos, Iñaki Narros hacía otro tanto con la especialidad de la casa: sus penetraciones, superando a base de técnica y fortaleza a torres como Malick Fall -un pívot de origen senegalés y pasaporte español que parece haberse estancado un poco- y Miguel Lorenzo. Con 18 puntos, el escolta iruindarra fue una pesadilla para la línea exterior malagueña.

Asimismo, la presencia de Ondrej Starosta debajo del aro causaba estragos. Con 9 puntos y 13 rebotes, el pívot checo se bastó para abastecer de balones a sus compañeros, ya que los interiores rivales no se encontraban a gusto ante los 2,16 metros y los largos brazos de su rival.

Para el tiempo de descanso, el polideportivo Anaitasuna era consciente de que Grupo Iruña Navarra se iba a imponer sin mayores dificultades: 44-29.

Minutos para todos

Ángel González Jareño no es amigo de regalar minutos a nadie, pero ayer hombres como Alex Calvo u Óscar Raya -que anotó dos mates pero fue eliminado por cinco faltas en apenas 7 minutos de juego-, también dispusieron de minutos, para regocijo de un polideportivo Anaitasuna relajado y fiestero, que acabaría haciendo la ola.

Sin embargo, el preparador iruindarra llamó la atención a los suyos, toda vez que jugadores como Pozas, Kuzmin o Todorovic dejaban pinceladas de su incuestionable calidad -y no hay que olvidar que su mayor figura, Abrines, ya forma parte a tiempo completo del primer plantel de Unicaja-. «Ante todo, hay que respetar al rival», solicitaba el técnico madrileño, y ayer llevó sus propias disposiciones a rajatabla, impidiendo cualquier relajación de los suyos, ni ningún atisbo de sorpresa. Grupo Iruña toma posiciones de cara al play off de ascenso.