San Antonio 30

Granollers 28

No queda otro remedio que tirar de tópico: lo mejor fueron los puntos. Y muy trabajados, porque el San Antonio tuvo que esperar hasta el minuto 38 para ver cómo se ponía por primera vez por delante en el electrónico. A falta de nivel en el juego, el público iruindarra pudo disfrutar al menos con la remontada de la segunda parte.

Hasta entonces, los albiazules habían caído en las redes del estratega Cadenas, que plantó un ataque estático con dos pivotes -sacrificando al extremo izquierdo-, al que la zaga anfitriona no sabía cómo parar. Los vallesanos llegaron a estar hasta de cuatro arriba -4-8, 6-10 y 8-12- hasta que un parcial de 3-0 local al filo del descanso permitió mantener en la pomada a los de Apezetxea, forzados a defender con un 4/2.

Despertar albiazul

El inicio de la segunda mitad no fue ciertamente esperanzador. De nuevo, los visitantes se marcharon de tres -11-14- mientras duraba la empanada antoniana. El despertar llegó de la mano de Lucau y los rápidos contragolpes que generó con sus paradas. Los mayores beneficiados de ese correcalles fueron los pivotes. Gedeón Guardiola, que anotó seis goles en esa segunda media hora, y Curkovic, con tres, quienes corrieron como extremos para desarbolar a un Granollers que ya acusaba el esfuerzo.

Fueron los mejores momentos de la escuadra navarra, que devolvía la diferencia de la primera mitad a su rival -24-20 y 26-22-, pero que también estaba empeñada ayer por complicarse la vida en la consecución de unos puntos muy necesarios.

San Antonio seguía sin hacerlo bien en ataque estático -ahí solo se salvó Víctor Álvarez- y ello llevó al empate a 26 faltando cinco minutos. Meoki y Curkovic abrieron brecha de nuevo, pero el serbio se autoexcluyó, una inferioridad que no fue aprovechada por los catalanes