Juan Carlos Alduntzin | Diputado Foral de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio
Gestionar un problema de todos y todas
Estos políticos permanecen anclados en la negativa a una solución más sostenible para la gestión de residuos, con el único objetivo de minar los gobiernos municipales y el foral
Tengo la convicción de que quienes tanto defienden las bondades de la incineración no quieren dar respuesta clara a los múltiples interrogantes que suscita este preocupante y falso sistema de eliminación de basuras.
(...) Me sigo preguntando cómo van a solucionar el destino y almacenamiento, con todas las medidas de seguridad necesarias, de las toneladas por año de cenizas tóxicas que producirá la incineradora.
Me sorprende que el propio Plan de la Diputación Foral aprobado por la mayoría, sin ningún atisbo de crítica, hable de llevar `cenizas de la incineración a vertedero', en la alternativa de incineradora planteada para las basuras de toda Gipuzkoa.
Me gustaría saber si pretenden que esas cenizas se queden en Gipuzkoa o bien han pensado en alguna otra localidad que les dé cordial acogida. (...)
Por otra parte, les pregunto a los defensores de esta incineradora que nos han impuesto en un proceso antidemocrático qué van a hacer con las escorias que produce la incineración. (...)
Lo cierto es que desvían la atención de estas cuestiones para evitar que se hable de la incineración y al mismo tiempo descalifican las plantas de biometanización y compostaje de la materia orgánica, ocultando que hay, de momento, más de veinte proyectos en desarrollo en España. ¡Deben de haberse vuelto locos!
En confianza, les reconozco que la alternativa que a mí me parece más integral y ecológica para el tratamiento de la basura exige la recogida selectiva de la materia orgánica.
Empezando por los grandes generadores como son los restaurantes, hospitales, colegios, mercados... y continuando, en una segunda fase, por la recogida en los domicilios. Se trata de obtener un compost de alta calidad y creo que lo podemos conseguir. (...) la solución de un problema siempre difícil, que exige corresponsabilidad institucional, pedagogía política y disciplina por parte de la ciudadanía.
Claro que resulta más fácil y cómodo dejarse llevar por la solución incineradora que se `traga todo lo que le echen' y además evita complicaciones. Pero no olviden que esa costosa solución no es especialmente motivadora para conseguir la reducción del volumen de la basura en origen, ni la activación de las políticas de reciclaje, ni una mayor colaboración de la ciudadanía».
Tengo que confesar que todo lo que hasta ahora habéis leído no es de mi cosecha. Se trata de parte del texto de una carta publicada por Odón Elorza que suscribo plenamente. ¿Qué ha cambiado en el PSE para convertirse en un defensor a ultranza de una incineradora cuyos efectos nocivos no han desaparecido?
Resulta muy llamativa la obsesión de ciertos responsables del partido por evitar una gestión más adecuada de los residuos que generamos. Una obsesión que alcanza a criticar a los responsables municipales por ejercer su responsabilidad pública, y que intenta meter el miedo en el cuerpo a los y las guipuzcoanas.
Realmente es una posición pobre, máxime cuando las incineradoras van perdiendo posición, como hemos podido ver en Nafarroa, donde el portavoz del Gobierno acaba de anunciar la paralización de la suya, o en Asturias, donde su Gobierno hizo lo propio, o en Bizkaia, donde ya han decidido no hacer la segunda fase de Zabalgarbi o en Catalunya, cuyo Gobierno ha decidido no financiar una sola instalación de este tipo. Será que estos políticos guipuzcoanos no quieren ver un futuro mejor, permanecen anclados en la negativa a una solución más sostenible para la gestión de los residuos en Gipuzkoa con el único objetivo de minar los gobiernos municipales y el foral.
Reconozco que algunos de ellos son los «especialistas en las basuras», que aparecen como los que han conseguido un consenso que salvará a los y las guipuzcoanas del desastre, aun cuando esos acuerdos fueron fruto de la imposición de una mayoría por la ley de partidos y saltándose a los verdaderos protagonistas de este servicio, los ayuntamientos, competentes para la gestión de los residuos de sus pueblos.
Termino de la misma manera que Odón en esa carta a la que hacía referencia: «Comprendo que se esfuercen en darme lecciones públicas y que yo deba aprovechar bien sus `consejos'. Pero, por favor, no pretendan convencerme, ni insistan en quemar también mi ilusión y la de muchos ciudadanos (...) guipuzcoanos, echándome a la hoguera como la Santa Inquisición por encontrar una solución más sostenible, ecológica y de vanguardia para el tratamiento de la basura en Gipuzkoa. (...) Les ruego que, cuando menos, respeten y estudien la opción alternativa que propongo y den una oportunidad al diálogo, al pacto cívico».