GARA > Idatzia > Euskal Herria

Crónica | sentencia urbanística

Las viviendas de San Pedro, otra vez dentro de ordenación en Zornotza

Los vecinos del número 12 de la calle San Pedro de Zornotza respiran con el fallo del Tribunal Superior del País Vasco en la mano, porque deja sin efecto una modificación puntual de las Normas Subsidiarias que dejaba el antiguo edificio de viviendas fuera de ordenación, aunque creen que otra operación se fijará en una zona «muy golosa».

p018_f02.jpg

Nerea GOTI

Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha serenado el día a día de los vecinos del número 12 de la calle San Pedro, a los que una operación urbanística mantenía con el corazón en un puño.

Residen en un antiguo edificio en el centro de Zornotza, donde antes del estallido de la crisis habrían crecido nuevos bloques de viviendas, acompañados de una urbanización de amplias calles con terrazas, siguiendo con la tónica del crecimiento urbanístico que ha experimentado Zornotza en los últimos 15 años. Sin embargo, la operación que puso sus ojos en esta zona aledaña a Zelaieta Parkea llegó más tarde, a puertas del parón inmobiliario y las familias del número 12 se encontraron con un proyecto en el aire, viviendo en un edificio fuera de ordenación y, lo que es peor, sin visos de realojo en una nueva vivienda.

Cuentan los moradores de la vieja casa que fue en mayo de 2006 cuando una empresa, Inverlan XXI, les planteó una modificación en el planeamiento municipal y un posterior acuerdo sobre sus viviendas. En setiembre del mismo año el Ayuntamiento ya había aprobado en pleno una modificación puntual de las Normas Subsidiarias, que a grandes rasgos proponía «incluir los edificios números 10 y 12, que se en encontraban dentro de ordenación con 11 viviendas entre las dos, a una unidad donde se podían construir 50 viviendas que pasarían a ser 74 viviendas», explicó a GARA Eduardo Gorroño, en representación de la comunidad de propietarios.

Dos años más tarde, los vecinos optaron por recurrir a los tribunales. La modificación de las normas no contemplaba la reserva mínima de un 20% para la construcción de vivienda de protección oficial (de acuerdo a la Ley Maturana, en vigor en la fecha de la aprobación) ni había realizado «un estudio económico ni financiero que justificara que la operación era viable, dada la gran cantidad de realojos y faltaban reservas para zonas verdes», cuestiones que a posteriori ha reconocido el fallo del TSJPV.

Sin embargo, el gran problema para los vecinos era que el edificio se quedaba fuera de ordenación y «que ningún promotor quiso ni pudo sacar adelante la operación».

«Engañados»

La sentencia del TSJPV llegó recientemente a Zornotza y los vecinos no ocultaron su satisfacción, no solo porque los tribunales han reconocido su demanda, sino porque al menos, de momento, sus viviendas vuelven a estar dentro de ordenación después de unos seis años a vueltas entre promotora, Ayuntamiento y los preceptivos requerimientos judiciales. Seis años que han estado marcados por una lucha vecinal en la que aseguran haberse sentido «muy mal».

«Nos sentimos engañados por la promotora y el Ayuntamiento», reseña Gorroño sobre una pelea que se ha alargado en el tiempo, con la incertidumbre que suponía para familias, en muchos casos personas de edad. Dos de los vecinos fallecieron, incluso, el curso de esta pugna por hacer valer sus derechos, en la que también se vieron inmersas familias con hijos a su cargo y receptores de ayudas sociales, que tuvieron que durante años la incógnita de no saber si los tribunales avalarían su postura.

Además, los vecinos subrayan que «esta comunidad en ningún momento ha llamado a la puerta de ningún promotor».

El respiro que representa el fallo del Superior de Justicia es, representa para los vecinos, en cualquier caso, un descanso provisional. Según precisó Gorroño, el Consistorio está inmerso en la revisión del Plan General y tiene claro que «vendrán a por nosotros, porque estamos en un lugar muy goloso».

No obstante, sostiene que la sentencia del TSJPV supone un aval para los residentes, «porque reconoce el derecho que tenemos a que en caso de derribo, al menos seamos resarcidos con otra vivienda».

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo