Las primarias republicanas se mudan mañana a Alabama y Misisipi, corazón del Cinturón Bíblico de EEUU, que representa un desafío para el mormón Mitt Romney después de que el sábado el ultraconservador Rick Santorum ganara el caucus de Kansas.

El millonario exgobernador de Massachussetts lidera a nivel nacional a sus rivales, el expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, y el ferviente católico exsenador Santorum, pero los analistas dudan de que sea capaz de vencer en una región donde el cristianismo evangélico está muy arraigado.

Misisipi y Alabama son los estados más pobres del país y, por tanto, los candidatos se han centrado en prometer prosperidad y en criticar al presidente, Barack Obama.

Consciente de su poco atractivo para los más conservadores, Romney ha pasado los últimos dos días recorriendo ambos estados, donde están en juego 40 y 50 delegados.

Para Romney ganar en uno de los dos acortaría su camino a la nominación; para el ultraconservador Santorum, un triunfo consolidaría su papel como rival para Romney y para Gingrich significaría el todo por el todo en momentos en que se multiplican los llamados para que se retire de la carrera republicana al haber ganado solo en dos primarias, Carolina del Sur y Georgia.

«No creo que Romney sea capaz de ganar en Misisipi o en Alabama. No creo que tenga la base entusiasta que necesitaría para lograrlo», dijo a AFP Troy Gibson, profesor asociado de Ciencias Políticas en la Universidad del Sur de Misisipi.

Sin embargo, en opinión de Charles Franklin, profesor en la escuela de Derecho de la Universidad Marquette, «no hay que olvidar que la campaña de Romney suele irrumpir abruptamente y consigue el apoyo de la mayoría para cimentarse a último minuto, aun cuando el electorado suele considerarlo como segunda opción».